El número de fallecidos y de personas atendidas en los hospitales supera la capacidad de público de la discoteca Kiss en la ciudad brasileña de Santa María, destruida el domingo por un incendio que dejó 235 muertos y 143 hospitalizados, según anunció hoy el jefe policial que conduce las investigaciones.

Es solo hacer una cuenta rápida: fueron 500 atenciones (en los hospitales), más 235 muertos frente a una capacidad de 691 personas, entonces (la capacidad) extrapoló, señaló a periodistas en Santa María (Río Grande do Sul) el comisario Marcelo Arigony.

AUMENTAN LAS VÍCTIMAS Tres días después del incendio más trágico en Brasil en los últimos cincuenta años el número de víctimas sigue aumentando debido a que muchas personas que inicialmente no necesitaron ayuda médica comienzan a sufrir ahora síntomas de intoxicación respiratoria y de neumonía química por el humo tóxico inhalado.

La muerte de uno de estos pacientes en la noche del martes elevó a 235 el número de víctimas fatales, en su gran mayoría jóvenes universitarios.

El caso, fue la primera muerte de entre los 75 pacientes considerados como en estado grave, mientras que otros 68 siguen hospitalizados y según las cifras divulgadas por Arigony un número aproximado de 357 personas pasaron por centros hospitalarios pero no necesitaron internación médica.