Si viaja a Arabia Saudí recuerde que deberá "respetar las tradiciones locales, las costumbres, leyes y religión a todas horas". "Arabia Saudí es un país musulmán donde la ley islámica se impone estrictamente".
Así rezan los consejos del sitio internet del gobierno en Reino Unido para los que preparan un viaje a ese país en Medio Oriente.
Sin embargo, un británico que vive jubilado en Arabia Saudí parece no haberlos leído.
Karl Andree, de 74 años, fue descubierto con vino casero y fue sentenciado a recibir 360 azotes, un castigo que su familia asegura que no sobrevivirá.
Las bebidas alcohólicas están prohibidas en el reino saudita.
Salud frágil
Andree ya ha pasado más de un año en prisión, tras ser arrestado por la policía religiosa saudita.
Su hija Kirsten Piroth dijo a la BBC que su padre, que ha sufrido de tres tipos de cáncer, podría morir de los azotes.
Simon (izq.) dice que su padre ya ha pagado por su delito con un año de cárcel.
La Cancillería británica comunicó que "estaría buscando su liberación tan pronto como sea posible".
Kirsten Piroth reconoció que su padre trasportaba vino casero en su auto, en 2014, cuando fue detenido y arrestado.
Tras cumplir un año de prisión, Piroth dijo que le "habían hecho creer" a ella y su familia que el castigo corporal no ser realizaría debido a la edad y salud de su padre.
Sin embargo, ahora parece que hay dudas al respecto de si podría salir libre.
Karl Andree es un ex ejecutivo en el área de petróleo que lleva viviendo 25 años en Arabia Saudí.
Según su familia ha vivido muy feliz en ese país al que le ha dedicado todo su esfuerzo profesional, hasta el arresto.
También se encuentra muy frágil, sostiene Kirsten Piroth. Ha soportado tres tratamientos intensos contra el cáncer, sufre de asma y gota, dice la hija.
Para peor de colmos, su esposa padece de demencia y deteriorándose rápidamente y Andree quisiera poder regresar a Reino Unido para verla.
La familia asegura que Andree entiende las leyes de sauditas y que lamenta lo que ha sucedido. Pero insisten en que ya pagó por su delito con un año de cárcel y que el gobierno debería mostrar clemencia.
Pero en Arabia Saudí, la ley islámica se impone con mano dura. Eso lo sabe Karl Andree y lo advierte claramente la Cancillería británica.
La prohibición de alcohol en Arabia Saudí no pemite margen de error.
En ese sentido la situación no augura muy bien para Karl Andree.
Sin embargo, su familia ha apelado al gobierno británico diciendo que en esas altas esfera lo único que se necesita es una llamada a la persona adecuada para lograr la liberación de Andree.
El gobierno británico ya expresó haber abordado el caso con los sauditas y que "están activamente buscando su pronta liberación".
¿Qué amerita azotes en Arabia Saudí?
Reuniones con el sexo opuesto
En 2006, dos hombres y una mujer de 75 años fueron sentenciados a ser azotados por "delitos morales", se había reunido con personas del sexo opuesto sin estar estrechamente relacionados.
Durante el juicio los hombres alegaron que habían estado entregando pan a Khamisa Mohammed Sawawi.
Hay una estricta separación de sexos en Arabia Saudita
Uno de ellos dijo incluso que estaba relacionado a Khamisa, quien lo había amamantado.
El tribunal rechazó sus apelaciones. Sentenció a Khamisa y a uno de los hombres a 40 azotes y cuatro meses de cárcel. El otro hombre fue sometido a 60 azotes y seis meses de cárcel.
Adulterio
Una mujer de 19 años, conocida como la "niña al Qatif" estaba con un joven cuando fue atacada y violada por siete hombres.
La pareja recibió una sentencia de seis meses de cárcel y 200 azotes cada uno, después de que las autoridades sostuvieron que la mujer había confesado sostener relaciones amorosas con el joven.
Al abogado defensor se le suspendió temporalmente su licencia de práctica temporalmente suspendida por criticó el trato que los jueces le habían dado a la adolescente.
Conducir auto... si eres mujer
Las autoridades temen que si permiten a las mujeres conducir, estarían tentadas a dejar sus casas "con mayor frecuencia de lo necesario".
Unas mujeres desafiarion las leyes y salieron a conducir en protesta.