Redacción EC

Se le llama el “convoy de la libertad” y ya es una de las expresiones más desafiantes de quienes se oponen a la vacunación obligatoria contra el COVID-19. Desde que un grupo de camioneros empezó a bloquear la capital de , Ottawa, hace casi dos semanas, las autoridades de esa ciudad se vieron obligadas a declarar un estado de emergencia y las protestas se han multiplicado en varias provincias del país, donde cada vez más ciudadanos rechazan las medidas impuestas por el primer ministro, , contra la pandemia. “Victoria, no miedo” y ”Trudeau tiene que moverse para que nos movamos” son algunas de las frases en las pancartas que reflejan el enojo.

La movilización más reciente ha cortado parcialmente el tráfico en el puente Ambassador que une Detroit, en Estados Unidos, y Windsor, en Ontario. Este enlace vial vital suele recibir a diario unos 7.000 vehículos comerciales que transportan cientos de millones de dólares en mercancías. Según las autoridades canadienses, por ahí circula el 25% de todo el comercio entre ambas naciones.

MIRA: Protestas en Canadá continúan y provincias deciden suavizar restricciones por COVID-19

[Los manifestantes] intentan bloquear nuestra economía, nuestra democracia”, dijo el primer ministro Justin Trudeau durante un debate de emergencia la noche del lunes en el Parlamento.

Las autoridades alertaron este miércoles del enorme impacto económico de los bloqueos, especialmente del que tiene lugar en el Puente Ambassador y que podría provocar cierres temporales de plantas y despidos si las empresas no pueden transportar sus productos.

Cada día, 300 millones de dólares en piezas de automóviles y camiones, productos agrícolas, acero y otras materias primas fluyen a través del puente Ambassador, dijo a “The Washington Post” Flavio Volpe, presidente de la Asociación Canadiense de Fabricantes de Autopartes.

Las protestas en Ottawa (Canadá) irritan a los residentes con sus incesantes pitidos y humo de camiones. (Foto: Geoff Robins / AFP)
Las protestas en Ottawa (Canadá) irritan a los residentes con sus incesantes pitidos y humo de camiones. (Foto: Geoff Robins / AFP)
/ GEOFF ROBINS

El bloqueo fronterizo, en el que muchos camioneros están con sus hijos, se suma a las fogatas y refugios improvisados que se multiplican en las calles de Ottawa entre pancartas contra Trudeau y banderas canadienses.

Es claro que Trudeau tiene mucho de qué preocuparse. Si bien la protesta inició como un movimiento contra el requisito de vacunación exigido a los camioneros que cruzan la frontera, a ella se sumaron personas antivacunas y grupos que se oponen a las medidas sanitarias contra la pandemia de COVID-19.

Toronto, Winnipeg y Quebec, son algunas de las ciudades que se han sumado a las manifestaciones.

Durante semanas, los organizadores de las protestas han exigido la salida de Trudeau del gobierno y han dicho que no se marcharán hasta que se retiren todos los requerimientos de vacunación y las restricciones relacionadas con el COVID-19, a pesar de que fueron los gobiernos provinciales los que implementaron las medidas más restrictivas.

“Falta de liderazgo”

Hay entre 400 y 500 camiones bloqueando las calles de Ottawa, donde las autoridades de la ciudad y la policía han admitido que la situación está “fuera de control”. Varios comercios y establecimientos de la capital tuvieron que cerrar y las pérdidas por el bloqueo fronterizo no dejan de aumentar.

Justin Trudeau, primer ministro canadiense. (Foto: AP)
Justin Trudeau, primer ministro canadiense. (Foto: AP)
/ Adrian Wyld

La situación es una de las crisis más severas que ha enfrentado Trudeau. “Esta es una falla impresionante de liderazgo en todos los niveles”, dice en un para el diario canadiense “National Post” Randall Denley, comentarista político de Ottawa.

Trudeau debería salir de su escondite y decirles a los camioneros que son un poco prematuros en sus demandas. Eso sería liderazgo. En cambio, todos están trabajando juntos para no hacer nada. Eso es lo habitual en Ottawa, pero estos no son tiempos habituales”, agrega.

El comentarista político canadiense John Robson opina en la misma línea y considera que la protesta ha sido avivada por un liderazgo despiadadamente ausente. “Además de lanzar expresiones desagradables contra los manifestantes, el primer ministro Justin Trudeau podría estar en Madagascar por toda la presencia que ha mostrado durante los últimos 10 días”, dice también en el “”.

Apunta, además, que la protesta es reflejo de las profundas divisiones de clase y posición económica que existen en Canadá y que se manifestaron bajo las restricciones impuestas por el COVID-19.

¿Quiénes han llevado más el duro peso del régimen COVID impuesto por sus gobiernos y la clase protegida? Todos conocen la respuesta a esa pregunta: los que están en posiciones económicas precarias, los independientes, los trabajadores sin pensión, los obreros”, señala.

Camioneros bloquean la calle frente a la Colina del Parlamento, en Ottawa, Canadá, mientras protestan contra el gobierno del primer ministro canadiense Justin Trudeau. (Foto: EFE/EPA/ANDRE PICHETTE).
Camioneros bloquean la calle frente a la Colina del Parlamento, en Ottawa, Canadá, mientras protestan contra el gobierno del primer ministro canadiense Justin Trudeau. (Foto: EFE/EPA/ANDRE PICHETTE).
/ ANDRE PICHETTE

Pese a que muchos de los manifestantes piden la salida de Trudeau ese no parece un camino posible. En teoría, los partidos de oposición podrían derrocar al gobierno, ya que el primer ministro no tiene mayoría en el Parlamento, pero eso es muy poco probable porque la mayoría de los legisladores han condenado las protestas.

Las manifestaciones se enmarcan, en gran parte, en el hartazgo ciudadano. Las cifras de desempleo señalan la pérdida de 200.000 puestos de trabajo en enero y una tasa de desempleo de 6,5% en toda Canadá, además de el registro de suicidios y una angustia acumulada en la población.

Las medidas contra el virus

La protesta, que estalló a finales de enero, comenzó con la obligación de vacunarse contra el COVID-19 para camioneros que deban cruzar la frontera entre Canadá y Estados Unidos.

Las medidas sanitarias establecidas por las provincias canadienses están entre las más restrictivas de Occidente. Quebec, por ejemplo, se ubica entre las regiones del mundo que más días de confinamiento vivió en el mundo.

Aunque apenas 10% de los adultos canadienses sigue sin vacunarse, alrededor de 32% de la población apoya las protestas, según una encuesta reciente.

El enojo visto en los últimos días provocó que algunas ciudades relajaran las restricciones. El gobierno de la provincia de Saskatchewan anunció que para el Día de San Valentín, terminarán todos los requisitos de prueba de vacunación .

Quebec, por su parte, levantará todas las restricciones antes del 14 de marzo, aunque mantendrá la vigencia del pasaporte de vacunas. En tanto, las autoridades de Alberta anunciaron el levantamiento inminente de las “restricciones perjudiciales”, como el pasaporte de vacunas de la provincia, tan pronto como la tasa de pacientes graves con COVID-19 se haya reducido lo suficiente como para permitir que los hospitales vuelvan a la normalidad.

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