El Pentágono ha confirmado la detención, en una operación militar de Estados Unidos en Libia, de un importante líder de Al Qaeda, acusado de planificar los ataques en 1998 contra las embajadas estadounidenses en Kenia y Tanzania.

Como resultado de una operación antiterrorista de EE.UU., Abu Anas al Libi se encuentra actualmente detenido de forma legal por militares estadounidenses en un lugar seguro fuera de Libia, indicó el portavoz oficial del Pentágono, George Little, en su cuenta de Twitter.

Al Libi figuraba en la lista de fugitivos más buscados por Estados Unidos al menos desde el 2000, cuando un tribunal de Nueva York le acusó de participar en la planificación de los ataques a las embajadas estadounidenses en Kenia y Tanzania en 1998.

El FBI había ofrecido una recompensa de hasta 5 millones de dólares por información que condujera a su captura.

OPERACIÓN CONJUNTA La captura de Al Libi en una operación ayer cerca de la capital libia, Trípoli, había sido anunciada por el diario The New York Times y la cadena CNN de televisión, que citaban a funcionarios estadounidenses.

Fuerzas estadounidenses capturaron a Nazih Abd al Hamid al Rughay, conocido como Al Libi, en una operación conjunta de unidades militares de Estados Unidos, la CIA (Agencia Central de Inteligencia) y FBI (Oficina Federal de Investigaciones), indicó el Times.

El anuncio oficial se produjo poco después de que Little también confirmase, mediante Twitter, que militares estadounidenses habían participado en una operación contra un conocido terrorista de Al Shabab en Somalia, aunque en este caso sin precisar si se produjo alguna detención.

LIBIA PIDE EXPLICACIONES El Gobierno libio anunció hoy que ha pedido explicaciones a la administración norteamericana tras la captura de Abu Anas al Libi. En un comunicado hecho público hoy, las autoridades libias mantienen su absoluto desconocimiento sobre ese asunto y que, al enterarse de la noticia, establecieron contacto con Washington.

Sin condenar explícitamente la captura de Abu Anas, Trípoli recuerda la alianza estratégica que mantiene con EE.UU. y espera que este acontecimiento no lo altere. Los contactos entre los dos gobiernos permitirá tratar esta cuestión con respeto de las leyes internacionales, la soberanía nacional y los derechos humanos, señaló el comunicado.