El canciller de Venezuela, Elías Jaua, leyó hoy durante su intervención en la III Cumbre de la ASA (América del Sur-África) en Malabo una carta del presidente Hugo Chávez, en la que lamentó no poder asistir a la reunión por su estado de salud y también mostró su rechazó a la injerencia de la OTAN en África.

Lamento en realidad y en verdad, desde lo más profundo de mi ser, no poder estar presente físicamente con ustedes, dijo el mandatario, que regresó el pasado lunes a Venezuela y está internado en el Hospital Militar de Caracas luego de haber estado hospitalizado más de dos meses en Cuba tras su cuarta operación de cáncer.

En la misiva, Chávez indicó que se hacía presente en la cumbre a través de Jaua, a quien pidió que transmitiera a los presentes la más viva expresión de su amor por estos continentes que son más que hermanos, unidos por indivisibles lazos históricos, y destinados a marchar juntos hacia su absoluta y plena redención.

En la carta, de tres páginas, el presidente hizo un repaso a distintos episodios que han unido históricamente al continente africano con el suramericano, recordando la última y maravillosa cumbre de la ASA en la venezolana isla de Margarita, en 2009.

INVASIONES Y BOMBARDEOS Para Chávez, las invasiones y bombardeos imperiales en diversas naciones de África tuvieron entre sus objetivos principales frenar el proceso de consolidación de la unidad de los pueblos africanos, y en consecuencia, minar el avance de la unión de estos con los pueblos latinoamericanos y caribeños.

Al subrayar que la estrategia neocolonial ha sido dividir a las naciones más vulnerables del mundo para someterlas a una esclavizadora relación de dependencia, el mandatario reiteró su rechazo a la intervención que hubo, por ejemplo, en Libia.

Es el mismo motivo por el que Venezuela reitera hoy, su más absoluto rechazo a toda actividad injerencista de la OTAN, subrayó.

Según el reporte de ayer del Gobierno, el presidente venezolano no ha superado aún la insuficiencia respiratoria, que tiene una evolución no favorable, y que lo aqueja desde que el pasado 11 de diciembre fue operado por cuarta vez de un cáncer del que no se conoce tipo o alcance.