JUAN FRANCISCO ALONSO Corresponsal en Caracas

Ante la imposibilidad de que Hugo Chávez pueda presentarse el 10 de enero en la Asamblea Nacional venezolana para jurar como presidente e iniciar su nuevo mandato, el chavismo ha optado por la contorsión legal. El viernes, el vicepresidente Nicolás Maduro presentó la tesis de ‘flexibilidad dinámica’, supuestamente prevista en la Constitución, que le permitiría al comandante asumir su tercer sexenio sin cumplir con el requisito de la juramentación, al que calificó de formalismo.

Destacados juristas venezolanos y dirigentes de la oposición coinciden en calificar esta idea como inconstitucional, fraudulenta o un mero disparate.

“Hay un hecho indiscutible, y es que no quieren aceptar la ausencia del presidente Chávez. Por eso han comenzando con estos vericuetos que no tienen ningún asidero en la Carta Magna”, afirma el catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad Católica Andrés Bello de Caracas, Juan Manuel Raffali.

El jurista dijo que el artículo 231 de la Constitución es muy claro al señalar que el período presidencial se inicia el 10 de enero, día en el que el candidato electo debe acudir al Parlamento para prestar juramento, y de no ser posible lo hará ante el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ). “Este último escenario solo se aplica si algo ocurre en el Legislativo que le impida al mandatario jurar, no a él”, precisa.

Raffali refuta la tesis de que la juramentación es un mero formalismo. “¿Por qué el constituyente no dijo que en el caso de un funcionario reelecto no es necesario que tome posesión? Porque consideró que la juramentación es un acto imprescindible para determinar el inicio y fin de una administración”, enfatiza.

En similares términos se pronuncia José Vicente Haro, también catedrático, quien advirtió que si la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia avala la tesis esgrimida por Maduro, se colocará al país en una situación de franca inestabilidad. “El Gobierno se deslegitimaría al perder su base constitucional, porque la Carta Magna en ningún sitio dice que un funcionario puede comenzar a ejercer sus funciones sin juramentarse, ni mucho menos que se pueda extender el período a otro gobierno que está por expirar. Serían írritas las decisiones que adopten los ministros a partir del jueves, porque ellos en efecto perderían su condición si el presidente no se posesiona y los ratifica”.

VACÍO LEGAL En teoría, el primer afectado por este vacío legal sería el mismo Maduro, quien para continuar como vicepresidente más allá del 10 de enero debería ser ratificado por Chávez (en Venezuela, el vicepresidente es nombrado por el mandatario, igual que si fuera un ministro, y puede ser destituido en cualquier momento). Pero, según su propia tesis, Maduro y todo el Gabinete seguirían en sus cargos luego del 10 de enero.

La semana que viene se espera que el TSJ se pronuncie sobre lo que ocurrirá el si el líder bolivariano no jurara. De cualquier forma, se da por descontado que este órgano, copado por el chavismo, respaldará lo sostenido por el vicepresidente.

Para los juristas, si el convaleciente mandatario no puede jurar, lo procedente sería que el presidente de la Asamblea Nacional, el reelecto Diosdado Cabello, considerado el delfín de Chávez, ocupara temporalmente la silla del Palacio de Miraflores. “Ciertamente la Constitución no prevé esto, pero ya que ella habla de que el jefe del Legislativo puede asumir la jefatura del Estado cuando el candidato electo ha muerto, renunciado o ha sido destituido antes de asumir su mandato, entonces por analogía podría el TSJ llegar a la conclusión de que también puede suplirlo temporalmente por causa de enfermedad”, señala Haro.

El secretario ejecutivo de la opositora Mesa de la Unidad, Ramón Guillermo Aveledo, califica como una barbaridad la interpretación de Maduro y aseguró que la alianza opositora continuará por su senda. “Eso no nos saca de nuestro camino, aquí es Constitución, verdad, convivencia; es democracia”, agregó.

Raffali considera que la solución gubernamental a la crisis que podría presentarse el jueves pone de manifiesto las disputas internas en el chavismo. “Hay un sector que no quiere que Cabello asuma para evitar que desplace a Maduro”.