El embarazo de una niña de 11 años ha desatado una polémica nacional sobre el aborto en Chile, uno de los países socialmente más conservadores de América Latina.
La menor tiene 14 semanas de embarazo, según la televisión estatal. La Policía dijo que la pareja de la madre de la menor confesó haberla violado.
Los médicos afirmaron que la vida de la niña y la del feto afrontan un alto riesgo, pero el aborto está prohibido en el país.
En Chile estaban autorizados los abortos por razones médicas hasta que en 1973 los prohibió la dictadura del general Augusto Pinochet. El gobierno actual del presidente conservador Sebastián Piñera se ha opuesto a flexibilizar la medida.
Numerosos chilenos manifestaron el viernes su ira en torno a la polémica a través de las redes sociales.
Algunos emprendieron por Internet una campaña en demanda de la legalización del aborto en casos de violación o si el embarazo representa un peligro para la salud de la madre.
El Senado de Chile rechazó el 2012 tres iniciativas de ley que pretendían flexibilizar la prohibición sobre los abortos.
De acuerdo con una de las propuestas, el aborto se autorizaría cuando dos médicos coincidieran en que el procedimiento es necesario porque está en riesgo la vida de la madre o por otros motivos médicos, como las escasas posibilidades de supervivencia del feto.
Según otra de las iniciativas rechazadas, se autorizaba poner fin al embarazo en caso de violación.
Cuarenta años después de una dictadura militar, Chile sigue siendo firmemente conservador en asuntos sociales. Legalizó el divorcio por primera vez en 2004, convirtiéndose en una de las últimas naciones en el mundo que garantiza ese derecho a las parejas casadas.
EL PAÍS (Chile) es un país adverso a riesgos, es un país que le tiene pánico al cambio. Todo cambio se convierte en una amenaza, dijo Marta Lagos, directora de la agencia encuestadora Mori, con sede en Santiago.
La fortaleza del catolicismo, a pesar de todo, sigue siendo uno de los temas. El peso del cristianismoy tenemos una cultura indígena milenaria. Nuestros indígenas vivían muy aislados del resto del mundo; y nosotros tenemos esa cultura del aislamiento que viene milenariamente, señaló.
Chile es un país que se ha modernizado en lo económico, pero que en su cultura social y política se ha quedado estancado, y el aborto es parte de esto, añadió.
La Iglesia católica romana continúa teniendo una fuerte influencia sobre la sociedad, aunque ha perdido credibilidad desde 2010, cuando cuatro hombres aseveraron que sufrieron abuso por parte de uno de los sacerdotes más reverenciados de Chile cuando tenían entre 14 y 17 años de edad.
CAMBIOS LENTOS Y EL PROGRESISMO DE BACHELET Piñera anunció el año pasado medidas para combatir el abuso infantil, respondiendo a un reclamo popular debido al incremento de tales crímenes. El presidente endureció las sentencias a pedófilos convictos, incrementó el presupuesto del instituto forense y creó un ombudsman para proteger los derechos de los niños.
Pero en Chile los cambios ocurren lentamente. Una ley en contra de la discriminación se estancó en el Congreso durante siete años y apenas fue aprobada en 2012 después del asesinato de un hombre homosexual que fue golpeado por atacantes que tallaron en su cuerpo cruces gamadas.
La ex presidenta Michelle Bachelet, que encabeza las encuestas para la elección presidencial del 17 de noviembre, está a favor de la legalización del aborto en casos de violación o riesgo de muerte de la madre o el bebé. Dedicó los dos últimos años a dirigir la agencia de la ONU para las mujeres.
Su adversario, el ex ministro de Economía Pablo Longueira, fue cercano a Pinochet. Él se opone a la legalización del aborto y a la llamada píldora del día siguiente.