La Asamblea Nacional Popular (ANP), el principal órgano legislativo chino, aprobó hoy la resolución que flexibiliza la controvertida política del hijo único y autorizará a más parejas del país a tener un segundo descendiente.
Mediante la reforma legal, las parejas urbanas en las que uno de los cónyuges sea hijo único podrán tener un segundo vástago
La resolución de hoy establece que ahora está en manos de las asambleas provinciales chinas la puesta en práctica de la política, ya que esta varía según cada división administrativa.
El parlamento, por ejemplo, ya ha empezado a debatir las reformas legales para ponerla en marcha, y calcula que en la capital esta se pondrá en vigor hacia marzo de 2014, fecha en la que otras zonas más desarrolladas del país podrían adoptarla también.
DOS MILLONES MÁS POR AÑO Autoridades sanitarias y de planificación chinas calculan que esta reforma hará que nazcan dos millones de niños chinos más cada año, aumentando de siete a nueve millones la cifra total de nacimientos por año.
La política del hijo único se inició a finales de los 70 y principios de los 80 para frenar la superpoblación, pero en los últimos años expertos y legisladores chinos han abogado por su flexibilización, debido a problemas derivados de ella como el rápido envejecimiento poblacional o la falta de mano de obra en zonas industriales como Cantón o el delta del Yangtsé.
El régimen comunista argumenta que si la política del hijo único no se hubiera aplicado actualmente el país acusaría mayores problemas de superpoblación, pues tendría 1.700 millones de habitantes, en lugar de los 1.300 millones actuales.
Sin embargo, ha tenido igualmente efectos negativos para el país, como el mencionado envejecimiento de la pirámide demográfica, los abortos selectivos o los abandonos de niñas en áreas rurales.
Se espera que el país llegue a su pico de población en unas dos décadas y que antes de esto la India, que no impone medidas de control demográfico tan drásticas, le supere como el Estado más poblado del mundo.