Chuck Hagel, ex senador republicano, es una voz disidente dentro de su partido que se opuso a la guerra de Iraq y que se puede convertir, si es confirmado por el Senado, en el primer veterano de Vietnam y soldado de tropa que llega a secretario de Defensa.

Pese a haber recibido la máxima condecoración militar por su heridas, Hagel promete alentar las críticas tanto en el Partido Demócrata como el Republicano, por comentarios que aún no olvidan activistas homosexuales o miembros de los grupos de presión proisraelíes en Washington.

Hagel, elegido senador por Nebraska en 1996 y retirado en 2009, se ha desmarcado en varias ocasiones de la disciplina republicana y fue un gran crítico de George W. Bush durante su presidencia, al oponerse a la invasión de Iraq, que en un principio aprobó, pero que acabó criticando.

A Hagel, de 66 años, se le considera cercano a las posturas del primer secretario de Defensa de la Presidencia de Barack Obama, el también republicano Robert Gates, y es visto como un intento de la Casa Blanca para tender puentes en un momento en que Washington vive la división política más caldeada que se recuerda en mucho tiempo.

CONSERVADOR MODERADO Con ese perfil de conservador moderado, se espera que Hagel acelere la transferencia de la seguridad en Afganistán, que se debe completar en 2014, y se embarque en el diseño de recortes en el presupuesto de Defensa estadounidense.

Obama ha elogiado a Hagel por ser un patriota y ha recordado su pasado como empresario fundó una empresa de telecomunicaciones en la década de los ochenta y ha sido directivo de inversiones, le habilita para hacer ajustes sin que se afecte a la hegemonía de las Fuerzas Armadas.

La ratificación por parte del Senado de Hagel, que ha chocado con los republicanos por defender la relajación de las sanciones a Cuba u oponerse a ampliar las sanciones de manera unilateral a Irán, promete no ser un camino fácil.