La parálisis parcial de la Administración federal de EE.UU., que hoy entró en su segundo día, es extremadamente dañino para la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) y su capacidad de proteger al país, según advirtió el Director Nacional de Inteligencia (DNI), James Clapper.
Esa paralización de parte de las operaciones de la Administración federal, que está obligando a quedarse en casa a unos 800.000 funcionarios, daña seriamente nuestra capacidad de proteger a la nación, alertó Clapper durante una audiencia ante el Comité de Inteligencia del Senado.
Aproximadamente el 70% del personal civil de las agencias de inteligencia estadounidenses se va a ver afectado por el cierre.
Esta situación es un escenario de ensueño para que los servicios de inteligencia extranjeros recluten a espías estadounidenses, declaró Clapper.
FUERTE IMPACTO El cierre, que entró en vigor a partir de la medianoche del pasado lunes, nos ha impactado muy fuerte, comentó por su parte el director de la NSA, el general Keith Alexander.
Esta nueva crisis presupuestaria en EE.UU. se ha producido a causa de la falta de acuerdo en el Congreso para aprobar fondos para financiar al Gobierno en el nuevo año fiscal.