Nueva Zelanda reconoce que fallas en sus fronteras originó el rebrote de coronavirus después de 102 días

El gobierno de Nueva Zelanda señaló este martes los supuestos fallos en los controles del coronavirus COVID-19 para trabajadores en las fronteras del país, y en la vigilancia de la entrada de personas procedentes del exterior.

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Este martes, las autoridades sanitarias del país confirmaron un infectado entre los trabajadores de un centro de cuarentena para viajeros internacionales en la ciudad de Auckland, y que no parece vinculado al brote local de la COVID-19 detectado la semana pasada, tras 102 días sin contagios locales en su territorio.

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Este nuevo infectado es un trabajador de mantenimiento de un hotel habilitado para la cuarentena obligatoria de los viajeros procedentes del exterior en Auckland, la ciudad más poblada del país y que permanece en cuarentena hasta el 26 de agosto.

Auckland, con 1,7 millones de habitantes, es el epicentro de un rebrote de la COVID-19 detectado inicialmente la semana pasada en cuatro miembros de una misma familia y de donde se vinculan alrededor de otros 60 casos, entre ellos 12 confirmados hoy.

El origen del rebrote de Auckland es aún desconocido, pero las autoridades sospechan que el virus proviene del extranjero, por lo que ha redoblado las pruebas para detectar la COVID-19 entre sus trabajadores fronterizos, que habían sido implementadas a finales de junio.

“No todos los que eran asintomáticos pasaban por ellas. Parece que en algunos casos el personal era reacio a hacerse las pruebas y necesitábamos obligarlos. Ya lo hemos hecho. Es una orden y ahora todo el mundo tiene que hacerlo”, dijo hoy la primera ministra neozelandesa, Jacinda Ardern, al programa radiofónico Newstalk.

Pese a conocerse de que un 75 por ciento de los trabajadores en las fronteras no se habían sometido a las pruebas de la COVID-19 a principios de agosto, Ardern, expresó su confianza en su director general de Salud, Ashely Bloomfield, y el comandante Darryn Webb, quienes se encargan de los centros de cuarentena.

“No creo que esté en posición de señalar o hacer ninguna afirmación sobre cuál ha sido exactamente el problema con ese régimen de pruebas en este momento. Lo que estoy buscando es el resultado final”, recalcó Ardern en otra entrevista a Radio New Zeland.

Además de confinar a Auckland, Ardern ha impuesto medidas de restricción en todo su territorio por el rebrote y ha aplazado en un mes las elecciones parlamentarias, que ahora se celebrarán el 17 de octubre.

Nueva Zelanda, cuyo gobierno fue alabado mundialmente por confinar al país en marzo cuando tenía unas 50 infecciones, retornó a la práctica normalidad a principios de junio, y registra desde el inicio de la pandemia 1.293 contagios de la COVID-19, que incluye a 22 fallecidos y 90 casos activos.

Fuente: EFE

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