Milagros Asto Sánchez

La ingeniera industrial Rocío Caqui, huanuqueña que vive en Piura desde niña, recibió a fines de marzo la llamada para la que empezó a prepararse desde el 2017, cuando se decidió a aprender inglés. La voz del otro lado del teléfono le notificó que había sido admitida para llevar un MBA en Duke University y que la universidad estadounidense le otorgaba una beca que cubría el 100% de sus estudios. Rocío hubiera salido a gritar de alegría y a festejar por la calle, pero para ese entonces ya estábamos en cuarentena.