Los cuatro acusados en India de violar y asesinar a una joven de 23 años en Nueva Delhi fueron condenados a muerte el viernes, nueve meses después de un crimen cuya crueldad desencadenó furiosas protestas a lo largo del país y un debate nacional sobre la violencia contra las mujeres.
Todos fueron condenados a muerte, dijo el abogado defensor A.P. Singh a periodistas en el exterior de un tribunal de Nueva Delhi donde decenas de policías formaban una barrera para retener a la multitud.
Uno de los cuatro hombres sentenciados a la horca, el entrenador de gimnasio Vinay Sharma, fue sacado llorando de la corte.
La víctima, violada y torturada con una barra de metal durante una hora en un autobús en marcha, se convirtió en un símbolo de los peligros para las mujeres en un país donde se produce una violación cada 21 minutos de media y los ataques con ácido y casos de abusos son habituales.
Esto ha sacudido la conciencia colectiva de la sociedad, dijo el juez Yogesh Jana a la corte, en referencia al ataque.
La sentencia culmina un proceso de siete meses, a menudo a puertas cerradas, en el que un quinto acusado se suicidó en la cárcel. El sexto acusado, que era menor de edad al momento del ataque, fue sentenciado previamente a tres años de prisión, la pena máxima bajo la ley para menores.
El caso supone una de las pruebas más duras en años para la paradójica actitud de India respecto a la pena capital. Los jueces emiten unas 130 sentencias de muerte cada año, pero sólo se ha ejecutado a tres personas en los últimos 17 años.
Los cuatro condenados abandonaron a su víctima desnuda y sangrando en la calle, y la mujer murió dos semanas después, provocando unas violentas protestas que reflejan la decepción de muchos ciudadanos que ven un Gobierno débil en cuestiones sociales.