El juicio por el naufragio del crucero Costa Concordia en el que murieron 32 personas se reanudó hoy en la ciudad italiana de Grosseto, con el capitán de la embarcación Francesco Schettino como único acusado.

La naviera Costa Crociere llegó antes a un acuerdo económico por un millón de euros (1,3 millones de dólares) con la fiscalía y por ello no se sienta en el banquillo de los acusados en el juicio que se había retrasado por una huelga en Italia. Mientras tanto, Carnival, la matriz estadounidense de la naviera italiana, deberá enfrentar un juicio por separado en California que comenzará el 23 de julio.

Otros cinco acusados del colapso de la embarcación llegaron a un acuerdo con la fiscalía para reducir las penas. El tribunal de Grosseto decidirá el sábado si autoriza estos acuerdos, algo con lo que varios de los abogados de las víctimas se han mostrado en contra. En el banquillo de los acusados no debería estar solo el capitán Schettino, dijo Massimiliano Gabrielli. Su colega Fabio Targa reclamó: Es muy injusto que personas que tienen una gran responsabilidad se libren (del asunto) prácticamente sin sanciones.

EL CAPITÁN SCHETTINO Por su parte, los abogados del capitán pidieron que Schettino no sea responsabilizado por los errores de su tripulación. Schettino sin duda es responsable de sus acciones, aseguró hoy su abogado, Donato Laino. Pero no puede responder por los errores de otros, añadió.

En el primer día del proceso, Schettino escuchó cómo los investigadores detallaban los errores que creen que cometió el capitán y que llevaron a la catástrofe.

Schettino escuchó la lectura de los cargos de brazos cruzados y de pie. El capitán se presentó en la corte bronceado y con un traje oscuro. El documento leído enumera, entre otros, a las 32 víctimas de la catástrofe y describe lo que ocurrió con ellos.

Los abogados del capitán volvieron a solicitar una negociación de una pena de tres años y cinco meses, algo que fue rechazado, pues el acusado –afirman– debería ser condenado a varios años de prisión, ya que lo considera el principal responsable de la catástrofe. El fiscal Francesco Verusio cree que no hay dudas sobre la responsabilidad de Schettino y que sólo debe establecerse el tipo de pena que enfrentará.

Si Schettino es condenado, tendrán dos rondas de apelación por delante y no deberá cumplir con la pena hasta que se defina la sentencia final, un proceso que en Italia podría llevar años.