La Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno se clausuró este sábado en Ciudad de Panamá con la firma de una declaración que aboga por seguir profundizando en la discusión sobre la proyección de este foro en medio de una economía en transformación.

La cita en la que se reúnen los mandatarios de España, Portugal y América Latina, estuvo marcada por la ausencia de la mitad de los gobernantes latinoamericanos y pasará de ser anual a bienal a partir de la edición que se celebrará el próximo año en Veracruz (México).

Entre los ausentes estuvieron los mandatarios de Brasil, Venezuela y Argentina.

El presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, afirmó que después de dos décadas de funcionamiento del organismo era necesaria una nueva dirección en la cumbre por los cambios políticos y económicos en la región.