VANESSA ROMO ESPINOZA
La cantidad de hectáreas de hoja de coca erradicadas en el 2013 fue histórica: 23.781. Doce meses antes, la cifra fue un poco más de 14 mil. Así, el Ejecutivo dio a conocer que el año pasado se reforzó la lucha contra el narcotráfico.
El principal logro del Proyecto Especial de Control y Reducción de Cultivos Ilegales en el Alto Huallaga (Corah) fue terminar con más de 6 mil hectáreas en el valle del Monzón y con cerca de 10 mil en el valle de Pichis Palcazú. El trabajo fue supervisado por el Ministerio del Interior y la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida). Debido a ese balance positivo, la cifra planteada por Devida para el 2014 es ambiciosa: se busca erradicar 30 mil hectáreas.
Monitoreo completo de cultivos este 2013.
Pero si la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) señaló, en el 2013, que el Perú tiene un poco más de 60 mil hectáreas de producción ilegal de coca y ya se acabaron con cerca de 24 mil, el único lugar que concentra la cantidad de hoja necesaria para cumplir con la meta es el valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem).
Carmen Masías, presidenta de Devida, confirma que este año sí se entrará a erradicar en esta zona, que tiene 20 mil hectáreas y es el área con mayor cantidad de cultivos ilegales.
Como pasó con el valle del Huallaga antes de que cayera ‘Artemio’, el principal obstáculo para ingresar al Vraem ha sido la presencia de Sendero Luminoso.
En el 2013, las Fuerzas Armadas y la policía abatieron a ‘Alipio’ y ‘Gabriel’, dos altos mandos militares de los terroristas en esta zona. Sin embargo, Víctor Quispe Palomino ‘José’ y Jorge Quispe Palomino ‘Raúl’, cabezas de Sendero, siguen manejando la seguridad del narcotráfico en la zona y de los narcovuelos, que van desde y hacia Bolivia y se intensificaron este 2013 en el Vraem.
La Dirección Antidrogas de la Policía (Dirandro) ha sido cautelosa: este 2014 se entrará al Vraem, pero se tiene que acabar con las cabezas de Sendero para evitar muertes. Carmen Masías es más drástica y señala que este es el año en el que se entrará, con o sin Sendero.
“Siempre hay que evaluar el costo social, pero no podemos esperar que termine el terrorismo para actuar. Lo mismo se pensó cuando se iba a entrar al Monzón y no hubo mayores incidentes”, sostiene.
Masías dice que el Ejecutivo tiene muy claro que el problema del Vraem es el narcotráfico. “Hay remanentes terroristas por atacar, pero no es el problema principal”, afirma. “En este año hemos invertido 3 mil millones de soles en el Vraem y no se disminuyó ni una sola hectárea. Cuando no se erradica, no se afecta al narcotráfico”, agrega.
Masías estima que el Vraem es importante no solo porque concentra gran cantidad de coca, sino porque tiene todo el sistema, que consiste en laboratorios de cocaína, mafias, narcopistas.
“Cerrar los ojos ante una realidad como esa no sería acertado”, manifiesta.
MÁS LUGARES POR ATACAR Flavio Mirella, representante en el Perú de la UNODC, señala que una intervención en el Vraem es importante, pero también existen otras 14 cuencas identificadas en las que se cultiva hoja de coca.
“El problema se concentra cuando el foco está alejado porque tiende a fortalecer su capacidad productiva. Puede ser pequeño, pero se vuelve resistente porque no es perturbado por las fuerzas del orden”, alerta.
Dos de los puntos que señala –Caballococha, en Loreto, y San Gabán, en Puno– serán también dos puntos de ataque este año para Devida.
“El plan debe aprobarse este mes, pero planeamos entrar con fuerza en Puno y en Loreto con erradicación”, explica Masías.
INCAUTACIÓN Y LAVADO DE ACTIVOS Para Rubén Vargas, especialista en temas de narcotráfico, la erradicación y los programas de desarrollo alternativo han caminado bien en el 2013. El problema aparece con la aún escasa interdicción de insumos químicos para la elaboración de droga y la destrucción de laboratorios.
“Se debe elaborar un plan nacional de interdicción. Seguimos con promedios históricos de 7% cuando deberíamos llegar a 30%”, dice.
Otro punto que también se debe reforzar es el de lavado de activos. “No se desarticula ninguna organización importante desde el Caso Zevallos”, apunta.
Flavio Mirella también subraya el tema. “Aún hay pocas sentencias por lavado de activos. Existe una norma para reforzar este trabajo, pero falta supervisar. Hay que romper la percepción de que el narcotráfico es un problema aislado en ciertas poblaciones”, explica.
ÁREAS PENDIENTES 1. Carmen Masías de Devida ha replanteado un pacto con los partidos políticos en contra del narcotráfico. Ella señala que se reunirá con especialistas para hallar mecanismos en los que los partidos se puedan comprometer. Flavio Mirella de la UNODC remarca que hay que buscar formas para fiscalizar los fondos de las campañas en un año electoral.
2. El anuncio del presidente Ollanta Humala de nombrar un Alto Comisionado contra el Narcotráfico es una tarea que debe concluirse este año. Carmen Masías refiere que mientras tanto la articulación de la lucha antidrogas ha avanzado. “Aún hay mucho que mejorar para trabajar en conjunto con otras áreas, pero siento que Devida está más fortalecida”, dice.