Entre el 2011, y 2012 Brasil ha incrementado su tasa de asesinatos en 7,6%, eso supone que entre uno y otro año se ha incrementado en tres mil el número de homicidios.

El año pasado 50 108 personas perdieron la vida sea porque fueron ejecutadas por criminales, por ser víctimas de violentos interrogatorios por parte de las fuerzas policiales, o porque desafortunadamente se encontraron en medio del fuego cruzado.

La inseguridad en Brasil, es según su mandataria, uno de los problemas más graves que afronta el país.

El informe recientemente publicado por la organización no gubernamental Foro Brasileño de Seguridad Pública, ha llevado a Dilma Rousseff a reconocer que la seguridad pública es uno de los problemas más graves de Brasil. En declaraciones a la prensa local, la presidenta aseguró que lo mejor sería apostar por una estructura de coerción de actos criminales, indicó la agencia EFE.

Brasil necesita políticas de seguridad pública que cohíban y coarten los actos criminales, y ahí no tenemos que tener ninguna cuestión que pueda interferir, afirmó Rousseff durante una entrevista concedida a una radio en Sao Paulo.

EFE señaló que para la jefa de Estado de Brasil, la lucha contra la inseguridad es responsabilidad del trabajo conjunto entre el Gobierno Federal, y los gobiernos locales. Ambos deben enfrentar al crimen organizado, dijo.