Una ola de frío ártico está afectando a gran parte de Estados Unidos, con temperaturas mínimas récord en las planicies centrales del país.

Las temperaturas frígidas suceden después del paso de una tormenta que depositó nieve y hielo en muchas zonas.

Las condiciones están creando dificultades en el transporte, amenazando cultivos y ocasionando la cancelación de vuelos durante la temporada de fiestas, así como de los tradicionales partidos de fútbol americano.

El severo tiempo está dejando una capa de hielo en la superficie de las carreteras y muchos residentes en Texas, Arkansas, Tennessee, Kentuky e incluso Ohio en el norte, se están preparando para interrupciones del servicio eléctrico.