Estados Unidos reabrirá el domingo 18 de las 19 sedes diplomáticas en el mundo musulmán que mantiene sin operar desde el pasado 4 de agosto por precaución ante un posible ataque terrorista de Al Qaeda y dejará cerrada su embajada en Saná (Yemen), según informó hoy el Departamento de Estado.
Además, el consulado estadounidense en Lahore (Pakistán), evacuado ayer por una amenaza contra esa legación, también permanecerá cerrado por ahora, de acuerdo con el Departamento de Estado.
La embajada en Yemen permanecerá cerrada debido a la preocupación existente por potenciales ataques terroristas que emanan de Al Qaeda en la Península Arábiga, explicó la portavoz del Departamento de Estado, Jen Psaki, en un comunicado.
Vamos a seguir evaluando las amenazas a Saná y Lahore, y a tomar decisiones posteriores sobre la reapertura de esas instalaciones sobre la base de esa información, agregó.
Estados Unidos ha reconocido que su preocupación se centra especialmente en la Península Arábiga, donde opera Al Qaeda en la Península Arábiga (AQPA), uno de los organismos más activos de la red terrorista tras la muerte de Osama Bin Laden.
La amenaza, calificada por varios senadores estadounidenses como la más seria de los últimos años, ha generado un nerviosismo en EE.UU. que comenzó el domingo con el cierre de 22 sedes diplomáticas y se ha prolongado debido a que Washington sigue viendo un riesgo y quiere ser muy prudente.
ALERTA POR MENSAJES INTERCEPTADOS El lunes reabrieron varias sedes, entre ellas las de Afganistán e Irak, pero se decidió que 19 siguieran cerradas toda la semana por precaución.
Fuentes oficiales estadounidenses revelaron a The New York Times que la alerta se desató por varios mensajes interceptados entre el líder de Al Qaeda, Aymán al Zawahiri, y el jefe de AQPA, Naser al Wahishi, que hablaban de un ataque el pasado domingo, algo que el Departamento de Estado no ha confirmado ni desmentido.
Sobre esa amenaza el presidente de EE.UU., Barack Obama, dijo hoy en una rueda de prensa en la Casa Blanca que las filiales de Al Qaeda y otros grupos extremistas tienen capacidad de atentar contra sedes diplomáticas e intereses del país e instó, por ello, a seguir vigilantes.
No vamos a eliminar por completo el terrorismo, pero podemos debilitarlo, dijo Obama al insistir en que el corazón de Al Qaeda está diezmado y esa organización ya no tiene el potencial de organizar un ataque contra Estados Unidos como los atentados del 11 de septiembre de 2001.