A cuatro meses de su derrocamiento, el ex presidente de Egipto, Mohamed Mursi, se sentó frente a un Tribunal de Justicia a ser procesado por incitación al asesinato de sus detractores, hecho ocurrido el pasado 5 de diciembre de 2012.
De acuerdo a la agencia DPA, el esperado proceso, que comenzó esta mañana en la Academia de Policía, fue interrumpido debido al desacato de Mursi y demás acusados, quienes profirieron proclamas contra el tribunal. Soy el presidente legítimo de Egipto, exclamó el mandatario.
Mursi podría ser condenado a pena de muerte o cadena perpetua. Sus seguidores, diezmados por las autoridades del Ejército egipcio, quienes han tomado el control desde el 3 de julio, han convocado a la movilización.
El proceso judicial, que se retomará el próximo 8 de enero del 2014, ha puesto en marcha un plan para proteger tanto al tribunal, como al transporte que dirige a Mursi a la sala de audiencias, informó un general de la policía a través de la agencia de noticias AFP.
Un contingente de 20.000 hombres se dispersa por El Cairo macrociudad de 20 millones de habitantes para responder a cualquier violencia.
La primera sesión del juicio tuvo lugar en la academia de policía adyacente a la prisión de Tora, en El Cairo, en la que están encarcelados los principales dirigentes de esta cofradía. De hecho otras catorce personas, incluyendo miembros de su guardia personal y varios dirigentes de los Hermanos Musulmanes, de los que forma parte, también comparecen por el mismo caso.
De acuerdo a AFP, este proceso amenaza con agravar las divisiones en un país donde más de un millar de partidarios de Mursi han fallecido por la represión y donde más de 2000 islamistas fueron encarcelados, entre ellos prácticamente la totalidad de los dirigentes de los Hermanos Musulmanes.
En este contexto, la presencia de Mursi en el tribunal provoca nuevas manifestaciones y enfrentamientos, predice Shadi Hamid, especialista de Egipto en el Brookings Doha Center, en una entrevista con AFP.
Para la organización de defensa de los derechos humanos Amnistía Internacional, este proceso es un test para las autoridades interinas.
La ONG les insta a conducir a Mohamed Mursi a la audiencia y concederle el derecho a un proceso justo, sobre todo para permitirle rebatir las pruebas que puedan presentarse contra él ante el tribunal.
Las autoridades se defienden de cualquier intencionalidad política. El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Badr Abdelatty, afirmó el fin de semana a la prensa que Mursi comparecerá ante un juez de conformidad con el código penal egipcio. Nada extraordinario, nada excepcional, tiene derecho a un proceso libre y juste, comentó.
Al contrario que su antecesor, Hosni Mubarak:https://elcomercio.pe/tag/242664/hosni-mubarak, juzgado también por la muerte de manifestantes, Mursi ya ha advertido de que no cooperará con la justicia, de la que no reconoce la autoridad, según la Alianza contra el Golpe de Estado, coalición derivada de los Hermanos Musulmanes que organiza la movilización de sus partidarios.