El olfato político y el arrojo definen al peronista Sergio Massa. Decidió dejar la intendencia (alcaldía) de Tigre que lo posicionó como uno de los políticos con mejor imagen para dar pelea y vencer al aparato kirchnerista en la provincia de Buenos Aires, con la mira puesta en las elecciones generales de 2015.

Massa, el gran vencedor en las elecciones legislativas celebradas hoy en Argentina al sacarle más de diez puntos de ventaja a su contendiente kirchnerista Martín Insaurralde, emerge con 41 años como un político de raza, con reflejos y ambiciones claras.

De origen neoliberal, se sumó más tarde al peronismo, tuvo un paso importante por el gobierno kirchnerista y a la hora de lanzarse como candidato a diputado de su propio Frente Renovador por la provincia de Buenos Aires buscó primero un discurso opositor moderado, pero la fuerte polarización de la sociedad argentina lo obligó a endurecer sus críticas al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner para diferenciarse.

Se apoyó en una liga de intendentes y en cuestión de cien días formó y posicionó su heterogéneo partido con representantes de diversas ideologías y sectores. Queremos abrir los brazos y convocar a todos aquellos que quieran vivir en un país mejor. No importa que vengan del radicalismo o del vecinalismo, aseguró el dirigente peronista.

En todo momento evitó hablar de sus aspiraciones presidenciales, hasta que ante la insistencia de la prensa, aseguró que en la vida se anima a todo.

SALIDO DE LA CLASE MEDIA Massa nació el 28 de abril de 1972 en el seno de una familia de clase media acomodada en la localidad bonaerense de San Martín, en los afueras de la capital. Allí comenzó su carrera política en la adolescencia en la desaparecida Unión del Centro Demócrático (UCeDe) neoliberal de centroderecha, para luego sumarse a las filas del peronismo.

Fue elegido en 1999 diputado provincial en Buenos Aires por el Partido Justicialista (PJ, peronista) y dos años más tarde se casó con Malena Galmarini, hija del ex funcionario del gobierno de Carlos Menem (1989-1999) Fernando Galmarini, con quien tuvo dos hijos.

Su suegro lo acercó al dirigente peronista Eduardo Duhalde, quien durante su presidencia en 2002 lo nombró en la estratégica Administración Nacional de Seguridad Social (ANSES), donde comenzó a destacar con un estilo moderno de gestión que también cautivó al siguiente jefe de Estado, Néstor Kirchner (2003-2007).

Kirchner lo ratificó en el cargo, pese a que en 2005 fue elegido diputado nacional, y en 2007 dejó la banca al ganar la intendencia de Tigre, una localidad pujante pero con contrastes entre sus islas del Delta del Paraná, la expansión de exclusivas urbanizaciones cerradas y bolsones de pobreza.

DISTANCIA CON EL KIRCHNERISMO Entre 2008 y 2009, y con sólo 36 años, fue convocado por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner para ejercer la jefatura de Gabinete de ministros.

Dejó el cargo para regresar a Tigre y llevar adelante una de las políticas que más lo popularizaron: su campaña contra la inseguridad con diversas acciones y cámaras de video en gran parte de los rincones del municipio.

La distancia con el kirchnerismo comenzó a crecer y se profundizó cuando WikiLeaks difundió sus veladas críticas a Néstor Kirchner.

Con la meta puesta más allá de su distrito, y conciente de la influencia de los intendentes en sus territorios y de su propia fama como buen gestionador, comenzó a armar una red de alianzas con otros alcaldes disconformes con el manejo del poder kirchnerista. Coqueteó hasta último momento con asociarse con el jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, el líder de Propuesta Republicana de centroderecha Mauricio Macri, y el gobernador de la provincia de Buenos Aires, el peronista Daniel Scioli, pero finalmente sin éxito.

A contrarreloj, y desoyendo a quienes le advirtieron que dos años en el Congreso podrían licuar su imagen hacia 2015, en junio anunció que se lanzaría a disputarle la provincia de Buenos Aires al kirchnerismo.

Massa se impuso este domingo con contundencia en las elecciones legislativas sobre el candidato a diputado kirchnerista, Martín Insaurralde. Un triunfo que lo catapulta hacia su proyecto personal en 2015.