Empresa niega que tripulación peruana esté abandonada en México
Empresa niega que tripulación peruana esté abandonada en México

Este diario informó el miércoles de la situación de 18 tripulantes de un buque de nacionalidad peruana que se encuentran varados desde hace casi un mes en el puerto de Tampico, en , como se señala en reportes de la prensa del país azteca, que indican que representantes de la empresa naviera los abandonaron tras haberse detectado varias toneladas de madera ilegal en la embarcación.

En comunicación con El Comercio, el director de naviera Yacu Taski S.A., Miguel Alzamora, se defendió de las acusaciones y afirmó que el trabajo de la embarcación Yacu Kallpa consistía solo en el traslado de la madera entre Iquitos y el Golfo de México.

“Nosotros llegamos a Iquitos con nuestra carga desde el sur, que era cemento y tuberías para los proyectos petroleros de la zona. El único producto de exportación que tiene la zona es madera. Entonces en nuestro viaje hacia el norte cargamos madera. No es nuestra, es madera de empresas formales que la producen en Iquitos”, afirmó Alzamora.

Aseguró que al llegar a Iquitos, la empresa verificó que la documentación aduanera de la madera estuviera en regla y se procedió al embarque.

Sin embargo, poco antes de zarpar un fiscal informó que tenía que inspeccionar el cargamento debido a una denuncia del Organismo de Supervisión de los Recursos Forestales y de Fauna Silvestre (Osinfor) que aseguraba que el 12.5% de la madera que estaba a bordo del buque era de procedencia ilegal.

“A las 5 de la tarde del 23 de noviembre nos dicen que encontraron toda la documentación en regla. Se emitió un acta, pero cinco horas después regresó el mismo fiscal afirmando que ahora sí tenía la documentación que sustentaba la ilegalidad de la madera y emitió otra acta y declaró que el 12.5% de la madera era de procedencia ilegal”, comentó.

Sin embargo, Alzamora refirió que el fiscal afirmó que Aduanas no tenía el presupuesto para asumir el costo del desembarco de la madera y finalmente el capitán tuvo que firmar un acta comprometiéndose a retornar el 12.5% de la madera para poder zarpar.

“El buque zarpó, pero en el primer puerto brasileño, en Macapá, Interpol detuvo al buque indicando que había zarpado irregularmente por una denuncia de la misma fiscalía que hizo el decomiso de ese 12.5% de la madera y de Osinfor. Le explicamos las circunstancias en las que zarpamos y después de cinco días Interpol nos dejó continuar el viaje. Entonces fuimos a descargar el primer lote de madera legal y llegamos a República Dominicana, donde nos estaba esperando un navío de guerra de ese país, que había recibido una denuncia de la misma fiscalía endosada por la fiscal general de Medio Ambiente, Flor de María Vega Zapata, indicando que ya no era el 12.5% de madera ilegal, sino el 71.4%”, narró.

Alzamora afirma que tras ello se dieron con la sorpresa de que “no íbamos a poder cobrar los fletes del viaje norte, que eran como 600 mil dólares, sino que adicionalmente íbamos a tener que asumir los costos del viaje de retorno a Iquitos y además asumir el costo de salida otra vez hacia el Golfo de México”.

“En ese momento, según la Ley General de Sociedades, al tener la incertidumbre de poder afrontar los gastos a los que uno va a incurrir en el futuro, simplemente uno tiene que declararse en una situación de insolvencia. Y nos declaramos en quiebra”, contó.

Tras estar 16 días en República Dominicana, Alzamora afirma que las autoridades de ese país les pidieron que se fueran. “Fue ahí que nos fuimos hacia Tampico, que era el puerto donde la mayoría de carga tenía su destino”.

“En Tampico nos esperaban dos fiscales peruanas, Jessica Quiroz y Flor de María Zapata, con la información de que ya no era el 71.4% de la madera ilegal sino ya el 100% y que el buque tenía que regresar a Iquitos. En esa situación, no podemos cobrar los fletes, los consignatarios no pueden retirar su carga. Entonces nosotros no tenemos el dinero con el que podríamos pagarle a la tripulación”, dijo.

Alzamora aseveró que se está tratando de cobrar esos fletes para pagarle a la tripulación y asegura que los propietarios del buque lo abandonaron para que el Gobierno mexicano tome posesión de la embarcación y al venderlo se pague a la tripulación.

También detalló que los dueños oficiales de la madera son “siete u ocho consignatarios de México, son varias empresas mexicanas que también han comprado la madera certificada por el Gobierno peruano”.

“Para nosotros es una historia lamentable. Para nosotros no solo son los tripulantes sino es la empresa en su totalidad la que ha quebrado a raíz de un problema que ha habido entre el Estado peruano y los exportadores de madera en Iquitos”, señaló Alzamora.

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