JUAN PABLO LEÓN ALMENARA
Las 43 personas que abordaron un bus de la empresa Horna, con destino a Trujillo, ignoraban que el chofer había dormido menos tiempo del que se requiere para conducir con lucidez. Horas después, 34 de ellos murieron al caer el vehículo a un abismo de 200 metros, en Otuzco, La Libertad, el 13 de abril de este año.
Los pasajeros tampoco sabían que las hojas de ruta, donde se registran las horas de conducción de cada chofer de las 350 empresas de transporte, son manuales y constituyen un modo obsoleto y nada confiable de control.
La Superintendencia de Transporte Terrestre de Personas, Carga y Mercancías (Sutran) suspendió la licencia de la empresa Horna al detectar excesos en las jornadas de sus conductores. Sin embargo, no todas las empresas infractoras son sancionadas, pues los 500 inspectores de esta entidad son insuficientes para controlar a todas, ya que por ahora solo opera en 13 provincias.
La jefa de la institución, Elvira Moscoso, informó que durante el 2013 ha recibido constantes quejas de conductores que son obligados a trabajar más horas de las reglamentarias.
“Estas denuncias ya están en el Ministerio de Trabajo, y sus inspectores están fiscalizando. Ayer también recibí la llamada de un conductor al que ni siquiera le habían pagado la gratificación”, dijo Moscoso.
En una visita a la estación de buses El Molino (en el terminal de Yerbateros), El Comercio recibió el mismo reclamo por parte de trabajadores de dos empresas pero por miedo a represalias mantuvieron su identidad en reserva.
Según Sutrán, solo en accidentes de buses y camiones han muerto 563 personas en las carreteras en el 2013. La Policía Nacional del Perú (PNP) estima que cada 9 minutos se produce un accidente de tránsito por colisiones de vehículos de carga, de pasajeros y otros vehículos menores, y que entre 9 a 10 personas mueren diariamente en el Perú por atropellos, vuelcos o choques.
La PNP revela que los choques ocasionados por choferes que se quedan dormidos han aumentado en 10% desde 2010, pues la salida de la vía del vehículo es el segundo motivo de accidentes, y la mayor cantidad de casos se consignaron entre las 4 a.m. y las 6 a.m. cuando el cansancio dificulta al conductor mantenerse despierto.
EL PAPEL DE LAS EMPRESAS Solo una de cada 100 empresas de transporte interprovincial invierte dinero en alquilar una habitación a sus choferes que conducen más horas de las reglamentarias (5 de día y 4 de noche), según un estudio elaborado por la universidad Cayetano Heredia. El resto de empresas exige a sus conductores dormir en los asientos o en la bodega, donde no se recuperan de la fatiga.
Por ahora, es imposible controlar el descanso ni el consumo de licor de los choferes, ya que no existen leyes que obliguen a implementar sistemas electrónicos de hojas de ruta ni dispositivos de medición de licor. No hay registro de alguna empresa de transporte terrestre que haya adquirido por voluntad propia alcoholímetros para ser empleados inopinadamente con sus conductores, ni cámaras en los buses que permitan controlar el estado de conducción.
“Mientras las hojas de ruta no sean digitales, las empresas no podrán reportar en tiempo real los viajes que ha realizado cada conductor, ni cuántas horas ha trabajado”, añade el director de la ONG Luz Ámbar, Luis Quispe Candia.
SUTRAN DENUNCIA
PELIGROSAS MINIVAN Los vehículos menores catalogados como minivan están impedidos de realizar viajes interprovinciales con pasajeros, sin embargo, en las vías nacionales se ha registrado un aumento del 28% de accidentes en los que han intervenido estos microbuses, entre el 2010 y el 2013.
SIN GARANTÍAS A diferencia de los buses grandes, las minivan no están implementadas con GPS.