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"Encarno una monarquía renovada para un tiempo nuevo" - 1

Para decargar el discurso completo,

Madrid (Reuters). El Parlamento proclamó el jueves a en una ceremonia austera en la que el monarca defendió una monarquía renovada para los nuevos tiempos y su fe en la unidad de España.

Felipe VI, de 46 años, se convirtió en el nuevo monarca español poco más de dos semanas después de la repentina abdicación de su padre Juan Carlos I, tras 39 años al frente de la jefatura del Estado.

"Encarno una monarquía renovada para un tiempo nuevo", dijo Felipe VI en su discurso, tras prestar juramento en el Congreso de los Diputados en Madrid en una sesión ante diputados y senadores, miembros de la familia real y de la reina consorte Letizia, pero en la que no estuvo el padre del nuevo rey.

El monarca hereda una corona salpicada por varios escándalos que han afectado a una institución que fue muy popular en el país, y entre llamamientos de varias formaciones de izquierdas a favor de la celebración de un referéndum que permita elegir entre monarquía y república.

Felipe VI, que aseguró que la monarquía parlamentaria "constituye la estabilidad del sistema político", defendió la legalidad de la Constitución como símbolo de la unidad del Estado.

"Encontrarán en mí a un jefe del Estado leal y dispuesto a escuchar, a comprender a advertir y a aconsejar y también a defender los intereses generales", afirmó desde la tribuna de honor, donde le acompañaban la reina Letizia y sus hijas, la princesa de Asturias y la infanta Sofía.

Felipe VI abordó indirectamente también en su intervención uno de los mayores retos que deberá abordar su reinado, el desafío soberanista de Cataluña, y defendió la unidad, "y no uniformidad" de un país en el que dijo "caben todas las formas de sentirse español".

"En esa España de unidad y diversa basada en la igualdad de los españoles, en la solidaridad de su pueblos, cabemos todos", afirmó el monarca, que terminó su discurso dando las gracias en las cuatro lenguas oficiales del Estado español.

Felipe VI tuvo también que no acudió a la ceremonia, y para su madre Sofía de Grecia, que siguió el discurso de su hijo junto a la hermana del monarca, Elena, ambas visiblemente emocionadas.

Antes del acto en el Congreso, Juan Carlos de Borbón de los tres Ejércitos en el Palacio de la Zarzuela.

Fuentes de la Casa Real justificaron la ausencia de Juan Carlos asegurando que este no quería restar protagonismo a la proclamación de su hijo. La víspera tuvo lugar la ceremonia de sanción y promulgación de la ley orgánica sobre la sucesión, el último acto de Juan Carlos como rey.

Felipe y Letizia se convirtieron automáticamente en reyes de España con la entrada en vigor de una ley cuyo trámite finalizó el martes en el Senado.

Ambos llegaron a la sede del Parlamento sobre las 10.30 hora local acompañados de sus hijas, , y la infanta Sofía.

En las escalinatas que conducen a la puerta que sólo se abre en las grandes ocasiones fueron recibidos por el presidente del Congreso, Jesús Posada, y el del Senado, Pío García Escudero, y con honores de los tres ejércitos.

"AIRE FRESCO"
Desde horas antes de la ceremonia, cientos de personas se concentraban en las inmediaciones del Congreso para ser testigos de la llegada de los nuevos reyes de España, ondeando banderas de España y entre gritos de "viva el rey" o "viva la monarquía".

"La monarquía necesita aire fresco seguramente, y espero que Felipe VI traiga ideas que puedan callar al que tenga dudas", dijo a Reuters Miguel Ángel Delgado, de 39 años, un profesor de música desempleado que viajó desde Sevilla sólo para ver las celebraciones.

Tras la ceremonia, los nuevos reyes subieron a un Rolls Royce descubierto para dirigirse al Palacio Real.

Un total de 4.300 policías nacionales, más de 2.600 guardias civiles y 120 francotiradores han sido desplegados en la capital española para garantizar la seguridad durante los actos de proclamación de Felipe VI.

Más de mil periodistas procedentes de 24 países y en representación de 140 medios de comunicación están acreditados para cubrir unos eventos organizados con espíritu de austeridad y apremiados por la falta de tiempo.

Ningún dignatario extranjero acudió a los actos de entronización de Felipe VI, ya que la Casa Real optó por seguir el modelo de Bélgica en el 2013, cuando Alberto fue coronado rey tras la abdicación de su padre Alberto.

MOMENTO DELICADO
Felipe VI, que asume la Corona en un momento delicado para la institución, dijo que un monarca "debe buscar la cercanía con los ciudadanos, saber ganarse continuamente su aprecio, su respeto y su confianza, y para ello velar por la dignidad de la institución, preservar su prestigio y observar una conducta íntegra, honesta y transparente".

Juan Carlos I, que había perdido popularidad, abdicó el 2 de junio en favor de su hijo asegurando que había llegado el momento de dar paso a una nueva generación.

A Juan Carlos I se le atribuye haber guiado a España hacia la transición tras la muerte de Francisco Franco en noviembre de 1975. Una de sus grandes bazas siempre fue su actuación en el fallido golpe de Estado del 23 de febrero de 1981.

La institución comenzó a ser fuertemente cuestionada después de que en el 2012 trascendiera un viaje privado del Rey a Botsuana para una cacería de elefantes, cuando el país estaba al borde de un rescate financiero y que sólo se conoció porque el monarca se rompió la cadera.

La imputación de su hija menor Cristina y de su marido Iñaki Urdangarin en un caso por el presunto desvío de fondos públicos a una fundación sin fines de lucro terminó de dañar la credibilidad de una institución a la que los ciudadanos cada vez ven como más lejana.

El 62 por ciento de los españoles estaría a favor de convocar un referéndum sobre la monarquía, según los datos de un sondeo de Metroscopia publicado este mes.

Ante una hipotética consulta, el 49 por ciento preferiría sin embargo una monarquía con Felipe VI, frente al 36 por ciento que optaría por una república presidida por una figura pública relevante, de acuerdo a la encuesta.

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