Los servicios de inteligencia de Estados Unidos llegaron a la conclusión con grados variados de confianza de que el gobierno sirio usó armas químicas dos veces durante la guerra civil, dijeron el jueves la Casa Blanca y otros altos funcionarios del gobierno.
Sin embargo, los funcionarios aclararon que hacen falta pruebas más decisivas y que Estados Unidos no estaba dispuesto a escalar su participación en Siria más allá de proporcionar una ayuda no letal, pese a las reiteradas afirmaciones públicas del presidente Barack Obama de que si Siria usaba armas químicas, o si transfería su arsenal de armas químicas a un grupo terrorista, cruzaría una línea roja.
La Casa Blanca reveló el jueves las nuevas conclusiones en cartas a dos senadores, y el secretario de Defensa Chuck Hagel, que estaba en gira por Abu Dhabi, también lo discutió con la prensa. Las cartas fueron enviadas en respuesta a preguntas de miembros del Congreso partidarios de que el gobierno arme a los rebeldes o se involucre militarmente.
La guerra civil siria se ha arrastrado durante más de dos años y ha causado unos 70.000 muertos. Además de miembros del Congreso, Leon Panetta y Hillary Rodham Clinton, como pasados secretarios de Defensa y Estado, instaron a Obama a intensificar su participación.
INVESTIGACIÓN Nuestra comunidad de inteligencia concluye, con grados variados de confianza, que el régimen sirio ha usado armas químicas en pequeña escala en Siria, específicamente el agente químico sarín, dijo la Casa Blanca en sus cartas, firmadas por el director legislativo de Obama, Miguel Rodríguez.
No estaba claro por el momento qué cantidad pudo haber sido usada, ni cuándo, ni si causó bajas. Hagel agregó que muchos de esos detalles eran secretos.
Sarín es un agente inodoro que puede usarse como gas o líquido y envenena cuando se respira, se absorbe por la piel o los ojos, o se ingiere por medio de alimentos o agua. En grandes dosis puede causar convulsiones, parálisis y muerte. Según los Centros para el Control y Prevención de las Enfermedades de Estados Unidos, la gente por lo general se recupera de dosis pequeñas, que pueden causar confusión, babeo, sudor excesivo, náusea y vómitos.