Mientras se baraja la posibilidad de un ataque militar contra Siria por el uso de armas químicas, un artículo de la revista Foreign Policy acusa a Estados Unidos de haber respaldado a Iraq en ataques con gas venenoso contra Irán.
Según la información de la revista especializada en política internacional, durante la guerra del Golfo de 1988 Washington no sólo toleró el ataque con gas venenoso de Iraq contra Irán, sino que lo apoyó con información estratégica sobre los movimientos de las tropas iraníes.
La revista basa su artículo en documentos inéditos de la CIA que arrojan una nueva luz sobre el rol de Estados Unidos en estos ataques.
En ese año, los iraquíes utilizaron en cuatro ataques gas mostaza y gas sarín respaldados por imágenes satelitales, mapas y otras informaciones otorgadas por Estados Unidos.
Los ataques ayudaron a volcar la guerra a favor de Iraq y a llevar al gobierno de Irán a la mesa de negociaciones, escribió Foreign Policy. Según la revista, el gobierno del presidente Ronald Reagan mantuvo ocultos los ataques, que habrían sido mucho más graves que los ataques recientes en Siria, que dejaron cientos de muertos.