La organización Boy Scouts of América (BSA por sus siglas en inglés) aceptará a jóvenes abiertamente homosexuales a partir del año nuevo, en un cambio histórico que la ha puesto a pensar sobre un conjunto de posibles complicaciones.
Entre estas figuran sus políticas sobre las duchas y compañeros en las tiendas de campaña y hasta una decisión sobre la participación o no de los miembros en desfiles del orgullo gay.
Sin embargo, a pesar de prepararse para esta etapa, los dirigentes de la BSA creen que el cambio no será la gran cosa, como sucedió cuando resultaron infundados los temores generalizados por el supuesto caos que se ocasionaría con los relojes digitales al inicio del nuevo milenio, en el año nuevo del 2000.
Mi esperanza es que el efecto será el mismo este 1 de enero como ocurrió ante el temor (de los relojes de las computadoras) del año 2000, dijo Brad Haddock, miembro del consejo ejecutivo nacional del BSA y quien preside la comisión de aplicación de políticas.
Todo sigue igual, nada sucede y seguimos adelante, agregó.
IGLESIA SE OPONE Algunas iglesias han comenzado a retirar sus aportaciones financieras a unidades de scouts debido a la nueva política y algunas familias comenzaron a cambiar hacia una nueva organización alternativa conservadora llamada Trail Life USA.
Sin embargo, no ha habido grandes deserciones y persisten los vínculos con la mayoría de los principales patrocinadores, como las iglesias mormona y la romana católica.
No ha habido grandes consecuencias, dijo Haddock, abogado de Wichita, Kansas. Si una iglesia anunciada que ya no trabajará con nosotros, tendríamos a otra de inmediato que diría nosotros llevamos al contingente, apuntó.
RESPALDO DE LA MAYORÍA La nueva política fue aprobada en mayo, con apoyo de 60% de los 1.400 miembros con derecho a voto del Consejo Nacional de la BSA. La votación siguió a un enconado debate a nivel nacional y fue acompañada con el anuncio de que la BSA mantendría su medida de excluir de las posiciones de liderazgo a los adultos abiertamente homosexuales.
De acuerdo con la nueva política de ingreso, los jóvenes ya no serán excluidos de las unidades Cub Scouts y Boy Scouts ni del programa mixto de Venturers sólo por su orientación sexual. Sin embargo, los scouts gay enfrentarán algunas restricciones.
Cualquier conducta sexual, sea heterosexual u homosexual, por parte de jóvenes en edad de scout contraviene las virtudes del escultismo, dijo la BSA en un documento.
Ningún miembro puede aprovechar el escultismo para promover o fomentar alguna postura o agenda social o política, incluido el tema de la orientación sexual, agregó.
En su intento por anticipar posibles fricciones, la BSA ha impartido extensas explicaciones y distribuido documentos con preguntas y respuestas relacionadas con la política.