La ciudad de Aurora, en Colorado, vuelve a teñirse de sangre. Seis meses después de que James Holmes acabara con la vida de 12 personas en un cine local, un hombre mató esta madrugada a tres personas que mantenía secuestradas en su domicilio.

La policía llegó al lugar cerca de las tres de la mañana. En un primer momento trató de negociar, pero las conversaciones fracasaron. Con el objetivo de reducir al asesino, lanzaron granadas de gas, desencadenando el tiroteo. El autor del secuestro fue abatido por la policía.

Hasta el momento no se sabe si los fallecidos tenían algún tipo de vínculo familiar con el hombre armado, según afirmó la oficial Cassidee Carlson.