El secretario de Estado estadounidense, John Kerry, y el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Lavrov, acordaron hoy volver a impulsar una conferencia internacional para poner fin a la guerra en Siria.
Tras reunirse con el enviado especial de la ONU para Siria en Ginebra, donde están intentando confirmar un plan ruso para que Siria entregue sus armas químicas y evitar la acción militar de Washington contra Damasco, Lavrov y Kerry acordaron avanzar en un esfuerzo más amplio para terminar con un conflicto que ha dividido a Oriente Medio y a las potencias mundiales.
DURANTE LA ASAMBLEA GENERAL Ambos líderes se reunirían nuevamente alrededor del 28 de septiembre, durante la Asamblea General de Naciones Unidas en Nueva York, y esperan que los avances en Ginebra en los próximos días sobre un acuerdo de entrega de armas químicas de Siria ayude a revivir los planes para una conferencia de paz.
Estamos comprometidos a intentar trabajar juntos, comenzando con esta iniciativa sobre las armas químicas, con la esperanza de que esos esfuerzos puedan traer paz y estabilidad a una parte del mundo devastada por la guerra, dijo Kerry en una conferencia de prensa conjunta con el ministro ruso.
EE.UU.: TODAVÍA PODRÍA HABER ACCIÓN EN SIRIA Kerry advirtió después de reunirse con Lavrov el jueves que Estados Unidos aún podría llevar a cabo una acción contra el presidente Bashar al-Assad, en represalia por un ataque con gas que el mes pasado causó la muerte de cientos de personas en suburbios de Damasco, si Washington no está satisfecho con la respuesta siria.
El enviado especial de la ONU Lakhdar Brahimi, que representa también a la Liga Árabe, dijo que trabajar para remover las armas químicas de Siria sería un elemento importante en los esfuerzos por efectuar nuevas conversaciones de paz, tras un intento fallido en Ginebra el año pasado.
CONTINÚAN ATAQUES EN SIRIA Mientras la diplomacia continúa en Suiza, las fuerzas de Assad atacaban nuevamente suburbios de Damasco en poder de los rebeldes que luchan hace dos años y medio contra el Gobierno, dijeron activistas de la oposición y residentes.
Aviones de guerra y artillería bombardeaban sobre todo el barrio de Barzeh, donde activistas dijeron que también había batallas en tierra.
Parece que el Gobierno volvió a su vieja rutina después de que en las últimas semanas tomara una postura defensiva de un ataque estadounidense, dijo una residente de Damasco opositora a Assad. La mujer dijo haber escuchado aviones sobrevolar la zona y artillería en acción.
Moscú, Washington y otras potencias del mundo consideran la inestabilidad en Siria como una amenaza a la seguridad, aunque difieren profundamente en cómo responder al tema.
Las potencias occidentales dicen que Assad es un tirano que debería ser derrocado y Rusia, al igual que Assad, destaca la presencia de extremistas islámicos entre los rebeldes sirios.