(Foto: Twitter Carlos Mesa)
(Foto: Twitter Carlos Mesa)

Cinco años y medio de disputa entre  y  en la Corte Internacional de Justicia (CIJ), con sede en La Haya, llegarán mañana a su fin cuando dicho organismo supranacional emita su decisión sobre la demanda boliviana de obligar a negociar al vecino chileno una salida soberana al mar.

El ex presidente de Bolivia (2003-2005) ha sido vocero de la demanda de su país durante cuatro años y así la defiende.

—¿Considera usted más sólidos los argumentos jurídicos y pruebas presentados en la memoria boliviana que los presentados en la contramemoria chilena? ¿Por qué?
La solidez de los argumentos de Bolivia se apoya en su concepción básica. Bolivia parte de la premisa de que fue la política exterior chilena la que generó el caso. A pesar de la existencia del Tratado de 1904, Chile ofreció desde 1920 por lo menos hasta 1983, de modo directo, negociar con Bolivia para –como producto de esa negociación– otorgarle un acceso soberano al mar. Fueron ofertas respaldadas por presidentes, cancilleres y embajadores chilenos en documentos oficiales. Esos compromisos se conocen como actos unilaterales de voluntad de un Estado que generan obligaciones jurídicamente exigibles.

— Chile considera que lo que Bolivia estima “actos unilaterales de voluntad” a lo más fueron ofertas –y no promesas– chilenas en un proceso de negociación fallida...
Ello no se sostiene. El principio jurídico de estos actos fija que la expresión de una voluntad es ya un mérito para interpretar la acción como compromiso, pero las autoridades chilenas fueron más lejos. El canciller chileno Patricio Carvajal escribió al embajador de Bolivia en Santiago en 1975: “Se consideraría... la cesión a Bolivia de una costa marítima soberana unida al territorio boliviano por una faja territorial igualmente soberana”.

—¿El que la CIJ desestimara en el 2015 la excepción preliminar (EP) interpuesta por Chile en esta demanda es un indicio de la línea en que irá el fallo de mañana?
La relevancia de la decisión de la CIJ sobre la EP tiene que ver con un punto vital: el Tratado de 1904 es, sin duda, un instrumento jurídico importante, pero –esto es lo más trascendente de ese fallo– no ha resuelto los temas pendientes entre ambas naciones. En este contexto, Bolivia está confiada en que el fallo le sea favorable, pues los elementos señalados en la excepción preliminar apuntan a una interpretación jurídica referida a los compromisos chilenos, cuya solemnidad y formalidad no dan lugar, a mi entender, a interpretaciones equívocas.

(Foto: Reuters)
(Foto: Reuters)

—¿Cuáles serán los pasos a dar si la CIJ le da la razón a Bolivia?
Negociar. Recuperación de un clima de mutua confianza y voluntad de diálogo. Bolivia le ha pedido a la CIJ que incorpore en su fallo elementos para que la negociación llegue a buen fin. Buena fe, propuestas y contrapropuestas razonables, y un tiempo delimitado para la negociación.

—¿Pero puede la CIJ establecer requisitos para la negociación? ¿No es eso competencia de los gobiernos?
No es prudente adelantar los detalles del fallo. Mi país ha hecho una demanda cuyo contenido plantea lo que cree debe ser el fallo, en el que la obligación de negociar no puede separarse del otro aspecto intrínsecamente unido: darle a Bolivia un acceso soberano al mar.

— ¿Se ha puesto Bolivia en el escenario de que la CIJ no se incline a favor de su demanda?
Bolivia ha llevado adelante, desde que presentó la demanda en el 2013, una política de Estado que –aún en momentos de gran tensión entre gobierno y oposición– no ha sufrido fisura alguna. Se ha hecho la tarea con coherencia y sin improvisaciones.

Esperado fallo

Mañana a las 8 a.m. (hora peruana) empezará la lectura de la sentencia.

—¿No hay una expectativa desbocada en los medios y la opinión pública de su país?
Nuestras expectativas no están basadas en voluntarismo u optimismo vacío, sino en la certeza de que cualquiera sea el resultado se escogió el camino correcto. Es por eso que se espera un resultado que favorezca a Bolivia, no por una manipulación de la opinión pública.

—Esta demanda no compromete al Perú, pero sí podría verse involucrado más adelante ...
El Perú no está ni podía estar incluido en la demanda de Bolivia, no solo porque no le arrebató un centímetro de territorio marítimo a nuestro país, sino porque la demanda está basada exclusivamente en los compromisos hechos por Chile. No cabe ahora ninguna apreciación sobre una eventual negociación y los resultados de esta.

—¿Que se haya llevado a Chile hasta esta instancia es mérito exclusivo del actual gobierno de Evo Morales?
Esta demanda no hubiese sido posible sin contar con una política exterior boliviana centenaria que hoy rinde frutos. Dicho esto, sin duda, la voluntad política y decisión del presidente Morales han sido fundamentales para el paso dado en La Haya.

—¿Por qué no se hizo antes?
Porque la construcción de la figura jurídica referida a los actos unilaterales de los estados no estaba madura y no se había desarrollado al punto en que está hoy. Cada cosa tiene su tiempo.

—¿Le teme al aprovechamiento político que pueda realizar Morales en caso de una victoria?
No. Si el presidente reivindica el éxito en caso de producirse, será legítimo. Es su mérito y nada hay que decir al respecto. Mérito también de un equipo que trabajó denodadamente en estos cinco años.

(Foto: EFE)
(Foto: EFE)

— Será un gran espaldarazo para Evo Morales en su pretensión de reelegirse una vez más en el 2019.
Estoy convencido de que la gran mayoría de bolivianos que hoy pide que el presidente Morales cumpla el mandato del referéndum del 2016, que dijo No a la modificación de la Constitución para permitir la reelección indefinida, no cambiará de parecer por muy grande que sea el éxito de Bolivia en la cuestión marítima.  

“Aguardamos tranquilos el fallo de la CIJ”

El Comercio buscó también la voz de un ex gobernante chileno sobre este litigio, pero tanto Eduardo Frei como Ricardo Lagos declinaron y nos hicieron saber, a través de sus jefes de prensa, que preferían no conceder entrevistas, más allá de las declaraciones brindadas por ellos el martes último.

Ambos ex mandatarios estuvieron ese día en el Palacio de La Moneda, sede del Ejecutivo chileno, adonde llegaron invitados por el actual jefe de Estado, Sebastián Piñera, para abordar justamente lo que vendrá tras la sentencia de la CIJ.

En una declaración pública posterior al encuentro, Lagos dijo: “Aguardamos con tranquilidad el fallo, estoy seguro de que la posición del Gobierno Chileno ha sido una sola, es sólida y va a ser ratificada el 1 de octubre. Creo que todo indica que no habrá sorpresas”.

El ex presidente, de 80 años, recalcó que durante los seis años de su mandato conversó con seis mandatarios bolivianos, pero que “desgraciadamente no se pudo concretar buena parte de las tareas que teníamos”.

Frei se pronunció así: “Pedimos una cosa muy simple: que el fallo se atenga a los tratados internacionales”, haciendo alusión al que firmaron Chile y Bolivia en 1904 (dos décadas luego del final de la Guerra de Pacífico) y que, según la postura chilena, fijó las fronteras y está vigente.

“Lo que nosotros queremos es que el tribunal de La Haya falle en derecho. Si lo hace, pues esperamos muy tranquilos ese veredicto”, recalcó Frei, de 76 años. Añadió que la soberanía territorial de su país “se encuentra intacta”.

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