Durante prácticas militares en el Depósito del Ejército en Hawthorne, al oeste de Nevada, Estados Unidos, siete marinos perdieron la vida y al menos otros siete resultaron heridos por la explosión de un mortero en una operación. Por ello, el Pentágono decidió suspender el uso de estas armas en sus bases a nivel mundial hasta que se determine si es segura.

La explosión ocurrió la noche del lunes, y ocho de los heridos fueron trasladados en helicóptero desde la base militar al Centro Médico Renown Regional, donde fueron tratados por traumas internos, fracturas y lesiones vasculares, según señaló Stacy Kendall, portavoz de la institución médica, a la agencia Reuters.

El rescate de los marines lesionados se complicó por la lejanía. El viaje en helicóptero de la base a Reno dura 41 minutos, según señaló para la agencia Associated Press, Kurt Altholf, portavoz de la compañía de ambulancias aéreas Care Flight.

CONDICIONES DEL ACCIDENTE Según AP, un oficial estadounidense que no quiso ser identificado informó que aún no se ha determinado la situación en la que explosionó el mortero, si lo hizo prematuramente dentro del tubo de lanzamiento, o si explotó más de un proyectil.

El arma debe ser operado por tres o cuatro personas, pero los demás marines observaban la operación, lo que es común en las prácticas militares, por lo que el número de víctimas fue mayor.