Caos, desesperación, dolor y muerte. Eso es lo que ha dejado la explosión registrada esta mañana en un edificio de diez pisos en el centro de Rosario, en Argentina. Pero también quedan las historias de algunas personas que sobrevivieron a la tragedia.

Una de ellas es la de un estudiante de Ingeniería Química de 33 años. Franco Jártiton dormía en su departamento ubicado en el sétimo piso, pero cuando abrió los ojos tras el fuerte estallido ya estaba al borde del abismo. Solo quedaron el techo y el piso; las paredes ya no existían.

Su novia y su madre llegaron hasta el lugar de la emergencia, su desesperación era grande hasta que pudieron emitir un suspiro de tranquilidad al ver a Franco al borde de un balcón gritando que estaba vivo.

Otro testimonio del que dio cuenta el diario “La Nación” fue el de una docente universitaria de nombre Evangelina. Con heridas leves en la mano izquierda, contó que se encontraba en el quinto piso al momento de la explosión.

Todo está hecho astillas. Mi cocina apareció en el balcón; perdí todo. Yo estaba en el baño en el momento de la explosión y se me cayó el techo encima, narró.

Contó, además, que hace dos fines de semana desconocidos quisieron robar el medidor de gas y hoy tenían que hacerse algunas refacciones, por lo que el suministro iba a suspenderse esta mañana y durante las primeras horas de la tarde.

A mí me bajaron con un arnés desde la parte posterior del edificio que tiene 62 departamentos. Se supone que el plomero estaba trabajando, porque a esa hora no salía el agua caliente. Estaba haciendo la maniobra de cambio del regulador del gas, manifestó.

El accidente ha dejado hasta el momento 8 muertos y decenas de heridos.