LUIS GARCÍA BENDEZÚ
Cuatro de cada diez accidentes de tránsito en el tramo Lima-Asia de la Panamericana Sur ocurren en el verano. En ese sector, durante el 2013 se registraron 365 casos en los que 51 personas perdieron la vida. La policía alerta que al menos dos de estos choques fatales pudieron evitarse con una mejor infraestructura preventiva.
Mira aquí las zonas más peligrosas
El Comercio realizó esta semana un diagnóstico de los puntos más vulnerables de la Panamericana Sur. La falta de guardavías es más notoria en el tramo administrado por la empresa Covi Perú: desde Pucusana hasta el km 100, en Asia, Cañete. Estas estructuras son barreras metálicas que evitan que los vehículos se salgan de la pista en caso de accidentes.
Lucía Vera Vílchez, de 56 años, su hija y su nieto fallecieron atropellados en Santa María del Mar, en setiembre pasado. El chofer, quien había tomado licor, se quedó dormido y su vehículo se salió de la pista, que carecía de guardavías, e invadió el sardinel central.
En la Panamericana Sur, los guardavías están instalados intermitentemente y algunos se encuentran oxidados. Según el coronel Franklin Barreto, jefe de la Policía de Carreteras de Lima Sur, estas barreras deberían estar a ambos lados de la vía en toda la autopista. “Y en las curvas son más necesarias”, dice.
La curva más pronunciada en el tramo que conduce a Asia se encuentra en el km 74,5 de la Panamericana Sur y pasa debajo del puente San Andrés. Pese a que esta zona es de riesgo, no hay guardavías, ni señales tipo Chevron. Estas últimas indican a los choferes cómo virar.
En algunos sectores de la carretera, resalta también la ausencia de delineadores reflectores, llamados ojos de gato. Estos deberían estar en los extremos laterales de la pista y en cada carril. “Debería haber un mantenimiento de la vía más frecuente”, recomienda Barreto.
A través de un comunicado, Covi Perú indicó a El Comercio que sí repone e instala guardavías y señalizaciones en los sectores peligrosos de la Panamericana Sur. No obstante, la empresa no precisó si tiene un proyecto a corto plazo para proteger las curvas inseguras detectadas por este Diario.
Rutas de Lima, que administra la Panamericana Sur desde la avenida Javier Prado hasta Pucusana, informó que cada mes reemplaza 350 metros de guardavías en mal estado. La concesionaria aseguró que hasta fines del 2014 instalará toda la infraestructura de protección vial y señalización que dispone su contrato.
Según el especialista en transporte Lino de la Barrera, es necesario que el Organismo Supervisor de la Inversión en Infraestructura de Transporte de Uso Público (Ositrán) supervise mejor si las concesionarias cumplen con instalar las medidas de protección vial que exigen sus contratos.
ZONAS DE EMBOTELLAMIENTOS En la tarde del 1 de enero, miles de veraneantes que fueron a las playas para celebrar el Año Nuevo protestaron por la congestión que se formó en el retorno a Lima. Aunque Rutas de Lima ejecutó un plan de desvíos y construyó el año pasado un tercer carril de sur a norte entre Pucusana y Santa María, estas medidas no bastaron.
El embotellamiento se concentró en los peajes y en el intercambio vial de San Bartolo. En ese puente se estrecha la vía auxiliar de la pista y se genera un cuello de botella. “Los choferes no respetan las normas. La vía auxiliar no es un carril más, sirve para casos de emergencias”, afirma el coronel Barreto.
Según la Policía de Carreteras, otro problema es que los choferes cruzan por sitios indebidos la zanja que divide los sentidos de la Panamericana Sur.
“En la carretera no se puede dar vuelta en U por donde a uno se le ocurra. Hay intercambios viales y retornos apropiados para eso. No obstante, hay personas que por ahorrar tiempo y combustible cruzan la zanja y se exponen a choques. Eso es lamentable”, manifiesta el coronel Barreto.
Este Diario detectó uno de estos cruces irregulares en el kilómetro 84,4 de la Panamericana Sur, cerca del puente Azpitia.