Finlandia, permisos familiares e igualdad de género

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda y promueve la lactancia exclusiva a demanda de los recién nacidos, y hasta los seis meses de edad, y la lactancia combinada con otros alimentos hasta el primer año. Para que esta sea óptima, tanto la OMS y la Unicef recomiendan que se inicie en la primera hora de vida, que el lactante solo reciba leche materna –ni siquiera agua– que sea a demanda, tanto de día como de noche, y que no se utilicen chupones ni biberones.

Por otro lado, los estudios sobre el apego temprano determinan que los mamíferos deben pasar –en sus primeros meses de vida– el mayor tiempo posible con sus madres o cuidadores, lo cual permite un mayor equilibrio en el desarrollo emocional. El cachorro humano, el más indefenso de los mamíferos, necesita la presencia materna o paterna que lo tranquilice ante sus miedos atávicos, ya que esto lo preserva de futuras angustias.

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El poner fin a la cultura patriarcal y propugnar la igualdad de género significa –además– que los varones se involucren en la crianza de los hijos y que las labores domésticas no se consideren tareas exclusivas de las mujeres, sino actividades que deben compartir aquellos que conviven en una casa. Sean estos esposos, hijos, hermanos o colocatarios.

Finlandia, el país nórdico que ha dado tanto que hablar por sus políticas educativas –que lo llevaron a colocarse en el primer lugar de las pruebas PISA– y que últimamente hizo noticia por tener un gobierno liderado por cinco mujeres treintañeras encabezadas por Sanna Marin, la jefa de Gobierno más joven del mundo con 34 años, pondrá en marcha, desde el próximo año, una revolucionaria reforma de los permisos de maternidad que se denominarán “permisos familiares” y que permitirá que ambos progenitores tengan derecho a los mismos días de descanso (seis meses y medio para cada uno tras el parto) y un mes adicional para la mujer antes del alumbramiento.

Y aunque hasta ahora –según datos de la OCDE– la licencia por maternidad más prolongada es la que se da en Suecia (480 días por familia) la diferencia finlandesa radica en la flexibilidad, ya que los permisos se podrán tomar en varios períodos, pues lo que se busca es que se compartan las responsabilidades parentales, a fin de fortalecer los vínculos entre los padres entre sí y con el niño.

De lo que se trata en realidad es de paliar las incongruencias de lo que los organismos, como la OMS, recomiendan a las madres cuando en la mayoría de países los permisos por maternidad no llegan ni a los tres meses, incluido el preparto. Y también evitar la exclusión de los cónyuges del rol paterno. Países que suelen servir de ejemplo, como Suiza, no otorgan ni un solo día de permiso paternal. En Italia es de un día y en Irlanda ninguno. ¿Cómo fortalecer los lazos familiares y propugnar la igualdad de género en esas condiciones?