Leonarda Dibrani es una estudiante gitana de 15 años que fue detenida por la policía en Francia, durante una excursión escolar, y deportada con toda su familia a Kosovo, acto que ha generado el rechazo de la población y generado una polémica sobre el trato a la minoría romaní.

El hecho ocurrió el 9 de octubre, cuando viajaba en un autobús escolar la joven. Fue el mismo alcalde de Levier, al este de Francia, quien llamó a Leonarda y ordenó detener el vehículo.

Los profesores del colegio donde estudiaba Leonarda y una de sus hermanas dijeron estar “profundamente consternados” por los métodos que usan las autoridades para deportar a niños gitanos hacia países que no conocen y cuyos idiomas no hablan.

No conozco a nadie aquí, no tengo casa. Si Dios existe, estaremos pronto en un avión con destino a Francia () Aquí tengo miedo, no hablo la lengua, y ni siquiera quiero salir de la casa. Allá tenía libertad, aquí no tengo futuro”, dijo Leonarda desde Mitrovica, al norte de Kosovo, donde actualmente vive con su familia.

LA POLÉMICA El caso comenzó a sonar en medio locales el lunes y, desde entonces, las redes sociales se han llenado de mensajes que critican al gobierno y al ministro del Interior, Manuel Valls, uno de los políticos más populares de lpaís.

Esto ocurre en medio de una tensión por la situación de unos 20 mil gitanos que viven en Francia y que desean integrarse a la sociedad.

Valls se defendió de las acusaciones por este caso al asegurar que se había limitado a “aplicar con firmeza las medidas de expulsión, velando por el respeto del derecho de los extranjeros”. Sin embargo, el martes pasado anunció una “investigación administrativa” por las condiciones bajo las cuales se expulsó a la adolescente.

“En este caso fue durante los horarios escolares. Se podía esperar y postergar”, añadió el ministro.