Si bien todos los cardenales tienen posibilidades de ser elegidos como papa, hay algunos nombres que suenan con mayor fuerza en el Vaticano. Según informan algunos medios, Gianfranco Ravasi habría ganado puntos tras ser elegido por Benedicto XVI para hacerse cargo de las meditaciones de los ejercicios espirituales, un dato que no parece menor si se revisan los antecedentes.

Tras encabezar su penúltimo Ángelus en la Plaza de San Pedro, el Vaticano informó que Benedicto XVI, se retirará de ejercicios espirituales con la Curia Romana hasta el sábado 23, para un día después dirigir su último Ángelus dominical.

Los ejercicios espirituales se desarrollarán en la capilla Redemptoris Mater del Vaticano y las meditaciones correrán a cargo del cardenal Gianfranco Ravasi, presidente del Consejo Pontificio para la Familia.

Ravasi, de 70 años, es el promotor del Patio de los Gentiles para impulsar el diálogo con los no creyentes y está considerado un papable, es decir, con posibilidades de ser elegido sucesor de Benedicto XVI.

El ministro de Cultura del Vaticano ya fue llamado en 2007 por Benedicto XVI, cuando era prefecto de la Biblioteca-Pinacoteca Ambrosiana de Milán (Italia) para que escribiera las meditaciones del Vía Crucis del Viernes Santo, en las que denunció el abandono y el aislamiento en que viven muchos ancianos y enfermos, así como el maltrato a las mujeres.

DATOS FUERTES Estos dos encargos papales, que asocian a Ravasi con Ratzinger, han propiciado que observadores vaticanos consideren que es un punto más que gana el cardenal a la vista de los otros purpurados a la hora de elegir pontífice el próximo mes de marzo.

Aunque no se puede comparar, esos mismos observadores señalan que Juan Pablo II encargó las meditaciones de su último Vía Crucis, en 2005, al por entonces cardenal Joseph Ratzinger, hoy Benedicto XVI.

También recuerdan en 1976, Pablo VI llamó al por entonces cardenal Karol Wojtyla para que predicara los ejercicios espirituales de ese años. Dos años después, Wotjyla fue elegido papa (Juan Pablo II), tras la muerte de Juan Pablo I.