Reino Unido aseguró hoy que está estudiando acciones legales sin precedentes en respuesta al endurecimiento de los controles españoles en la frontera con la colonia británica de Gibraltar.
Sin embargo, el gobierno de Mariano Rajoy volvió a defender esos controles, que considera irrenunciables.
Los controles en la verja son legales, proporcionales y aleatorios, insistió un portavoz del Ministerio de Exteriores español, que recordó que se hacen para evitar actividades de contrabando y que España está obligada a hacerlos porque Gibraltar no forma parte de la zona Schengen de libre tránsito y circulación de mercancías.
El propio presidente del gobierno ya los defendió públicamente el viernes, tras un despacho con el rey Juan Carlos en el Palacio de Marivent, en Mallorca. Podemos y debemos hacer controles en la verja, dijo Rajoy.
CRECIENTE TENSIÓN Los controles de vehículos en la frontera entre España y la colonia británica se han incrementado desde hace días, en medio de una nueva disputa entre las autoridades del Peñón y el Ejecutivo español. Junto a la verja se registran en los últimos días largas colas por esos controles.
Gibraltar es un punto recurrente de fricción entre España y Reino Unido. La colonia, con unos 6,5 kilómetros cuadrados y unos 30.000 habitantes, pertenece al Reino Unido desde 1704, cuando el almirante George Rooke la conquistó en medio de la Guerra de Sucesión española. En 1713, el Tratado de Utrecht confirmó la soberanía británica. España la reclama desde entonces.
El detonante de la actual escalada de tensión, que ya lleva dos semanas, fue la decisión del gobierno de las autoridades de Gibraltar de soltar al mar 70 bloques de hormigón con ganchos de metal en una zona de la bahía de Algeciras en la que suelen faenar pescadores españoles, para impedirles seguir trabajando. Gibraltar justificó esta medida de protección de la biodiversidad.