“La globalización actual ha caído en crisis pero sigue siendo inevitable”

En la Asamblea General de la ONU, el mandatario de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a criticar la globalización y enfatizó su postura nacionalista y proteccionista. Conversamos sobre el tema con Óscar Sánchez Benavides, antropólogo y coordinador del curso de Globalización en la UPC.

►Trump hizo referencia a la globalización como una ideología que amenaza el patriotismo. ¿La globalización es una ideología?

Cuando se habla de ideología se busca despreciar el concepto que está detrás, es como una manera de querer vendernos una fórmula para entender las relaciones sociales o el mundo contemporáneo. Por ejemplo, con la ideología de género que supuestamente es creada por mentes oscuras que quieren transformar la idea de la familia básica. En el caso de Trump, es la idea de la patria, la tribu.

►Y ha hablado de nuevo en contra de la globalización en el principal foro multilateral, como es la Asamblea General de la ONU. ¿Cómo afecta este discurso a la razón de ser de la ONU?

La ONU fue un gran intento después de la Segunda Guerra Mundial, pero sabemos que también ahí hay grupos de poder con cinco votos con capacidad de veto, con las típicas alianzas por intereses. A Trump no le interesa el discurso multilateral, pero hay algo más grave: EE.UU. ha decidido recular tras el liderazgo que asumió después de la Segunda Guerra Mundial. Desde que entró al gobierno, Trump atacó la Unesco, le retiró fondos al Consejo de Derechos Humanos de la ONU, etc. Trump quiere propiciar un retorno al aislacionismo, que fue una característica muy estadounidense desde su independencia hasta la Segunda Guerra Mundial. Ahora lo que encontramos es que se refuerzan los grupos de poder, que ya existían dentro de la ONU, en donde uno de ellos, Estados Unidos, decide romper sus compromisos con los demás y ocuparse solo de sus intereses.

►¿Y por qué hablar de patriotismo? ¿Cómo se enlaza este concepto con la antiglobalización?

La agenda de Trump está capitaneada por esta idea de Patria, de “Hacer grande de nuevo a Estados Unidos”. El tema de la globalización se relaciona con la ley del péndulo: a veces nos vamos hacia un extremo y luego nos vamos hacia el otro extremo. Y estamos en ese momento, donde estamos dejando todos estos acuerdos multilaterales y de convivencia pacífica, como el acuerdo del clima, para ir hacia la fisión o fragmentación. Entonces, la patria es ese reducto en el que algunos nos podemos sentir identificados, donde no entran extraños, no entran los inmigrantes.

►¿Se podría hablar del inicio del fin de la globalización?

La globalización sigue siendo inevitable, porque si hoy nos estamos retrayendo más adelante nos vamos a necesitar. No va a ser la primera vez en el planeta que nos vamos a globalizar. Hoy, esta globalización ensayada como consecuencia del fin del mundo bipolar, y sostenida sobre la creencia de un solo régimen político y económico, ha caído en crisis a propósito de la crisis financiera del 2008. Es probable que haya fragmentación pero más adelante vendrá una nueva globalización que suponga nuevos compromisos.

►El proceso de globalización actual está en crisis. ¿Está mutando hacia una globalización post-Trump?

Sí, es muy probable. Dentro de su propio país, Trump necesita generar unidad porque está muy cuestionado. El responde a una agenda propia y a los negocios e intereses más precisos para garantizar su solidez política, porque creo que la tiene complicada por varios frentes dentro de Estados Unidos.