La entre y ha traído miles de muertes, entre las vidas perdidas que se cuentan están las de soldados y civiles. Este último grupo es foco de la preocupación de organizaciones como , la cual publicó este jueves un informe en el que señala que el ejército de Kiev pone en peligro la vida de civiles al establecer instalaciones militares en “zonas habitadas por civiles, incluso en escuelas y hospitales”.

En un informe —publicado el jueves 4 de agosto, tras una investigación de cuatro meses— Amnistía Internacional afirmó que el ejército ucraniano puso en peligro a los civiles al establecer bases militares en zonas residenciales y lanzando ataques desde lugares poblados para frenar la invasión rusa.

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Según la organización, estas prácticas violan el derecho internacional humanitario, ya que convierte bienes civiles en objetivos militares. Como se sabe, los ataques del ejército ruso en las zonas pobladas han causado muerte y destruido infraestructura.

Soldados ucranianos conducen a la línea del frente, este de Ucrania, el 31 de julio de 2022.
Soldados ucranianos conducen a la línea del frente, este de Ucrania, el 31 de julio de 2022.
/ BULENT KILIC
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Las fuerzas ucranianas ponen a la población civil en situaciones de riesgo al establecer bases y operar sistemas de armas en zonas habitadas por civiles, incluso en escuelas y hospitales, para repeler la invasión rusa que comenzó en febrero”, señala el informe de Amnistía Internacional.

La secretaria general de Amnistía Internacional, Agnes Callamard, en un reportaje hecho por la propia organización que el ejército ucraniano “violan las leyes de la guerra cuando operan en zonas pobladas”, ya que pone en riesgo la vida de la población civil cercana.

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Detalles de la investigación

Para este informe, un equipo de Amnistía Internacional pasó varias semanas —entre abril y julio— y fue testigo de los ataques rusos en as regiones de , el y . Para ello hicieron inspección física de las zonas que sufrieron los ataques, entrevistas a sobrevivientes, testigos y familiares de víctimas. Con ello, pudieron hacer labores de “detección a distancia y análisis de armas”, según informan.

Fue durante estos estudios, que el equipo a cargo halló indicios de que las fuerzas ucranianas estaban lanzando ataques desde el interior de zonas habitadas por civiles y que habían establecido sus bases en edificios civiles de al menos 19 ciudades. Para corroborar algunos de estos incidentes, el Evidence Lab analizó imágenes satelitales.

Un hombre ucraniano muerto en la plaza principal de Bakhmut es transportado por soldados y servicios de emergencia después de un bombardeo en Bakhmut, este de Ucrania, el 31 de julio de 2022.
Un hombre ucraniano muerto en la plaza principal de Bakhmut es transportado por soldados y servicios de emergencia después de un bombardeo en Bakhmut, este de Ucrania, el 31 de julio de 2022.
/ BULENT KILIC

Tácticas de combate ucranianas que ponen en peligro a los civiles

Según confirma Amnistía Internacional, se pudo comprobar que muchas de las zonas residenciales estaban ubicadas a kilómetros de las líneas de frente. Además, se comprobó que habían alternativas viables que no comprometerían la seguridad de la población civil, tales como el uso de bases militares o de zonas densamente boscosas en las cercanías del área de conflicto.

Por otro lado, Amnistía Internacional señala que no tiene conocimiento de que los militares ucranianos hayan hecho esfuerzos por evacuar o ayudar a evacuar a los civiles que viven en las zonas residenciales donde se establecieron.

Parte de la denuncia de la organización va en torno a que las fuerzas armadas ucranianas no tomaron “todas las precauciones posibles para proteger a la población civil”. Algunas de estas malas prácticas son:

Ataques lanzados desde zonas habitadas por civiles

Testigos y sobrevivientes de ataques rusos en las regiones del Dombás, Járkov y Mykolaiv, declararon que el ejército ucraniano estaba realizando operaciones cerca a sus domicilios. Con ellos expusieron las zonas a ataques y represalias de las fuerzas rusas. El propio equipo de Amnistía Internacional confirma los hechos, ya que fueron testigos de esta práctica.

Los militares estaban en una casa al lado de la nuestra y mi hijo llevaba a menudo comida a los soldados. Le rogué varias veces que se mantuviera alejado porque temía por su seguridad. Esa tarde, cuando ocurrió el ataque, mi hijo estaba en el patio de nuestra casa y yo estaba en la casa. Murió en el acto. Su cuerpo quedó hecho trizas. Nuestra casa fue parcialmente destruida”, contó a Amnistía Internacional la madre de un hombre de 50 años que murió el 10 de junio en un pueblo al sur de Mykolaiv, por un ataque con cohetes.

No entiendo por qué nuestro ejército dispara desde las ciudades y no desde el campo”, se pregunta Mykola, que vive en un bloque de pisos de un barrio de Lisichansk (Dombás), una zona que fue objeto de varios ataques rusos.

El 6 de mayo, una localidad del Dombás fue víctima de un ataque ruso con municiones de racimo —cuyo uso está prohibido—, fue un ataque indiscriminado. El objetivo fue un barrio integrado en su mayoría de casas de uno o dos pisos, en este lugar las fuerzas ucranianas manejaban armas de artillería.

La metralla voló a través de las puertas. Yo estaba dentro. La artillería ucraniana estaba cerca de mi campo [...] Los soldados estaban detrás del campo, detrás de la casa [...] Los vi saliendo y entrando [...] desde que empezó la guerra [...] Mi madre está [...] paralítica, por eso no pude huir”, contó Anna, una residente de la zona afectada, a Amnistía Internacional.

No tenemos voz en lo que hace el ejército, pero pagamos el precio”, dijo a Amnistía Internacional una persona que vio su casa afectada por un misil ruso. Muchas de estas personas no pueden evacuar porque tienen familiares cercanos con problemas de salud u otras circunstancias.

Cabe recordar, que el derecho internacional humanitario exige que todas las partes involucradas en un conflicto bélico eviten emplazar objetivos militares en zonas densamente pobladas o en sus cercanías. Y que la obligación de proteger a los civiles de las zonas aledañas incluye la evacuación e información sobre cuanto pueda afectarlos.

Un hombre mira, cerca de un edificio destruido por un cohete ruso, en Kramatorsk, en medio de la invasión rusa de Ucrania, el 29 de julio de 2022.
Un hombre mira, cerca de un edificio destruido por un cohete ruso, en Kramatorsk, en medio de la invasión rusa de Ucrania, el 29 de julio de 2022.
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Bases militares en hospitales

El equipo de investigación también fue testigo ocular de cómo es que las fuerzas ucranianas han usado hospitales como bases militares. Al menos pudieron documentar que se realizó esto de facto en cinco lugares.

La ONG informó que en dos ciudades las fuerzas ucranianas empleaban hospitales para descansar, pasara el tiempo y hacer sus comidas. Mientras que en otra ciudad, los efectivos disparaban desde las proximidades del hospital.

Amnistía Internacional pudo documentar que el 28 de abril, dos personas que trabajaban en un laboratorio médico fueron heridas tras un ataque ruso. Estas instalaciones se encontraban en un suburbio de Járkov y habían sido usado por las fuerzas ucranianas como base.

El derecho internacional humanitario prohibe el uso de hospitales con fines militares.

Bases militares en escuelas

En la zona del Dombás y de Mykolaiv, ejército ucraniano ha establecido buena parte de sus bases en escuelas. Desde el inicio del conflicto, están temporalmente cerradas para el alumnado. Sin embargo, sus locales se encuentran cerca de barrios habitados por civiles.

Amnistía Internacional pudo hallar soldados usando instalaciones escolares o indicios de actividad militar en 22 de las 29 escuelas que el equipo de investigación visitó.

El derecho internacional humanitario no prohíbe a las partes en un conflicto establecer bases en escuelas, mientras sea periodo vacacional. Pero sí obliga a que se priorice la protección de civiles, se evite el uso de instalaciones próximas a barrios o viviendas, salvo que haya una necesidad militar imperativa que así lo demande. En ese caso, hay obligación de informar, advertir y evacuar a la población civil. Amnistía Internacional considera que este no fue el caso en las zonas que examinó su equipo.

Críticas desde Ucrania

Poco después de la publicación del informa, el presidente ucraniano, , acusó a Amnistía Internacional de excusar al “Estado terrorista” de Rusia.

Unas horas antes, el ministro ucraniano de Exteriores, Dmytro Kuleba, afirmó que estaba “indignado” por las acusaciones “injustas” de la oenegé.

En su informe, Amnistía Internacional subraya que las tácticas ucranianas “no justifican en absoluto los ataques indiscriminados rusos” contra la población civil.

Esta fotografía tomada y publicada por el Servicio de Prensa Presidencial de Ucrania el 29 de julio de 2022 muestra al presidente Volodymyr Zelensky frente a los periodistas durante una visita al puerto de Chornomorsk, en el Mar Negro.  (Servicio de Prensa Presidencial de Ucrania)
Esta fotografía tomada y publicada por el Servicio de Prensa Presidencial de Ucrania el 29 de julio de 2022 muestra al presidente Volodymyr Zelensky frente a los periodistas durante una visita al puerto de Chornomorsk, en el Mar Negro. (Servicio de Prensa Presidencial de Ucrania)
/ Agencia AFP

Respuesta de Amnistía Internacional a Ucrania

Por su parte, la secretaria general de Amnistía Internacional —Agnes Callamard— señaló a la AFP por correo electrónico que Amnistía “mantiene plenamente [sus] conclusiones” en este informe.

Las conclusiones (...) están basadas en pruebas reunidas al término de extensas investigaciones que respetaron las mismas normas rigurosas y diligentes a que está sometido todo el trabajo de Amnistía Internacional”, agregó.

Callamard aseguró que el gobierno ucraniano no respondió a las solicitudes de su organización para responder a las alegaciones de la investigación.

Por otro lado, recordó que Amnistía Internacional, ha divulgado numerosos informes “documentando los crímenes de guerra cometidos por las fuerzas rusas en Ucrania”.

Por su parte, la responsable de Amnistía Internacional, en Ucrania, Oksana Pokalchuk, indicó en un comunicado en Facebook que Amnistía ignoró sus solicitud de que no fuera publicado el informe, que no será traducido al ucraniano.

Callamard afirmó que no es el momento para comentar las “inexactitudes” del comunicado de Pokalchuk, pero insistió que el informe fue sometido a un “completo proceso interno de revisión”.