Un grupo de arqueólogos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) descubrieron en Luxor, Egipto, el sarcófago intacto de un niño que vivió durante la dinastía XVII, alrededor de 1.550 años antes de Cristo, como parte de la XII campaña del Proyecto Djehuty.

El ataúd, que contiene a un niño que podría haber muerto a los 5 años según las radiografías, está elaborado en madera, mide 90 centímetros y carece de decoración pintada o escrita. A su alrededor había varias figuras de madera, todas ellas ubicadas durante una excavación en la necrópollis de Dra Abu el-Naga, en la antigua Tebas.

“Este descubrimiento es de especial importancia ya que se trata de un ataúd intacto y, junto con los objetos que lo acompañan, puede aportar gran cantidad de información sobre una época de la historia del antiguo Egipto sobre la que se sabe muy poco”, dijo José Manuel Galán, investigador del CSIC.

Las figuras tienen el nombre de Ahmose o Ahmose-sa-pa-ir, un príncipe heredero que vivió en transición de la dinastía XVII a la XVIII y que murió siendo niño. Todavía no se sabe por qué, pero fue venerado como un rey y recibió culto por 500 años. “Por los objetos encontrados creemos que este lugar de enterramiento podía estar reservado a miembros de la realeza, sin embargo aún desconocemos la identidad de la momia encontrada, ya que el sarcófago no contiene ninguna inscripción”, indicó.

Este hallazgo explicaría el de un enorme depósito que tenía más de dos mil vasijas de cerámica en las capillas de adobe, así como el porqué de la ubicación del monumento funerario de Djehuty en este extremo de la necrópolis.