Hay pocas opciones de que el próximo Papa sea latinoamericano

EL COMERCIO

¿En qué cambia la administración del Vaticano tras la salida de Benedicto XVI ? En principio, con la salida de Benedicto XVI todos los funcionarios dejan sus puestos. Después del cónclave, el nuevo Papa decidirá si los restablece en sus cargos o si hace cambios. Eso depende de la persona. Por ejemplo, Benedicto XVI restableció a todos en sus puestos.

Se afirma que es difícil que haya cambios porque la mayoría de los cardenales actuales fueron nombrados por Benedicto XVI Actualmente, el colegio cardenalicio tiene 117 miembros aptos para votar. De esa cifra 67 fueron nombrados por el Papa actual y 50 por Juan Pablo II. Por esa razón lo más lógico es pensar que el nuevo Papa mantendrá las estructuras.

Se dice que los italianos son los favoritos para suceder a Benedicto XVI Esto surge de un conteo rápido. Actualmente, los cardenales electores italianos son 28, en otras palabras un cuarto del total del colegio. Asimismo, los europeos son 62. Los números demuestran que los italianos y los europeos tendrás un papel preponderante. Sin embargo, hay que tomar en cuenta que entre los mismos italianos hay opiniones muy divergentes.

¿Los latinoamericanos o africanos tienen opciones? Los electores de América Latina son 17, por lo que están en una condición de minoría. Y ese número se reduce aun más cuando nos ponemos a pensar en aquellos que podrían lograr consenso. Tenemos que recordar que muchos de los cardenales no se conocen porque no han tenido la oportunidad de trabajar juntos. Las referencias son a través de terceras personas. África tiene menos: 11. Por lo tanto los números apuntan a que las posibilidades de estas regiones son mucho menores que aquellas que les quieren asignar los medios de comunicación. Es muy sugestivo hablar de un Papa negro , pero los números dicen otra cosa.

¿El hecho de que el mayor crecimiento de la Iglesia se está dando en África y Latinoamérica no puede incidir en la elección? Lo que nos demuestran las cifras es que el colegio cardenalicio no está conformado por un criterio democrático o de representación. Los cardenales no votarán pensando en qué región se merece más tener a un Papa, sino en qué personalidad puede tener la estatura para reemplazar a Benedicto XVI .