La reina Beatriz de Holanda abdicó el martes, entregando el trono a su hijo mayor, el príncipe Guillermo-Alejandro, que se convirtió en el primer rey holandés en más de 120 años.
Está preparado, en todos los aspectos, dijo la reina Beatriz sobre su hijo de 46 años, un especialista en gestión de aguas que se espera aporte un toque menos formal a la monarquía.
Miles de personas se han reunido en la plaza Dam de Ámsterdam desde primeras horas del martes, para ver al nuevo monarca y a su esposa, la reina Máxima, cuando salgan al balcón del Palacio Real.
La monarca se despidió de la nación en un discurso televisado el lunes por la noche. El 30 de abril, o día de la reina, es siempre un día de celebración en Holanda, aunque muchos ciudadanos se tomaron el lunes libre y empezaron la celebración por anticipado con música en las calles.
Pero este año, la ciudad de Ámsterdam se ha engalanado especialmente para celebrar la subida al trono de Guillermo y la abdicación de Beatriz, de 75 años, que deja el cargo tras 33 años.
REALIZA POPULAR La realeza es muy popular, y el 78 por ciento de la población holandesa está a favor de la monarquía, más que el 74 por ciento de hace un año, según un sondeo de Ipsos.
Sin embargo, se les ha despojado de su influencia política, y ya no designan al mediador que lleva a cabo las negociaciones preliminares cuando hay que formar coaliciones de Gobierno.
Ámsterdam está ya teñida de naranja, el color de la realeza. Las casas están cubiertas de banderas, los escaparates están repletos de tartas y dulces naranjas, y ropas y flores y muchos de los ciudadanos que participan de la fiesta son del color de la monarquía.
Se espera que casi un millón de personas se sumen a la fiesta en las calles con bailes, bandas y DJs, ayudando a crear un ambiente de carnaval.
ILUSTRES INVITADOS El príncipe Carlos de Inglaterra y la princesa heredera de Japón, Masako, que hace su primer viaje al extranjero desde que cayó enferma hace una década, están entre algunos de los 2.000 visitantes de la ceremonia oficial. Por parte de España, acuden los príncipes de Asturias.
Habrá lágrimas el martes, dijo el primer ministro holandés, Mark Rutte, rindiendo tributo a una mujer formidable que ha dirigido este país durante más de 30 años.