Una de las asistentes a la fiesta de la discoteca Kiss en la ciudad brasileña de Santa María explicó hoy que, tras declararse el incendio que dejó al menos 245 muertos, la gente se desesperó e intentó salir del recinto, pero muchos de ellos cayeron al suelo y fueron pisoteados en medio de la estampida.

En declaraciones al Diario de Santa María, la mujer, que no fue identificada, dijo que ella se salvó por estar cerca de la única puerta de la discoteca, donde se celebraba una fiesta universitaria.

El número de víctimas mortales del incendio ocurrido la madrugada de hoy asciende al menos a 245, la mayoría de ellos por asfixia debido a la inhalación de humo, así como 48 heridos, según el último boletín divulgado por la policía.

Uno de los guardias de seguridad de la discoteca, Rodrigo Moura, de 20 años, explicó al mismo diario que se encontraba en el escenario en el momento en que la banda que se presentaba disparó una luz de bengala que presuntamente provocó el incendio y que tomó un extintor para contener las llamas, pero el artefacto no funcionó.

BLOQUEO DE SALIDAS Otros testigos señalaron que miembros de seguridad bloquearon la salida del local durante varios minutos después de iniciado el fuego. Así, pretendían evitar que la gente se fuera sin pagar.

En declaraciones a varios medios locales, los testigos, en su inmensa mayoría jóvenes que disfrutaban de la fiesta universitaria en la discoteca Kiss, aseguran que los guardas interceptaron la salida porque creyeron que se trataba de una riña, e intentaron evitar que quienes pretendían salir corriendo aprovecharan el tumulto para irse sin abonar lo consumido.

También a través de las redes sociales, personas que estaban en la fiesta confirmaron que durante algunos minutos se les impidió abandonar el lugar, que fue consumido por las llamas en cuestión de minutos.

AFORO Según Moura, la discoteca Kiss estaba con el aforo máximo y calculó en entre 1.000 y 2.000 personas el número de asistentes al lugar.

Alberto Tessmez, un bancario que pasaba por el centro de Santa María en el momento del incendio, contó que cuando vio movimiento frente a Kiss, detuvo su automóvil y ayudó a salir del lugar a por lo menos 50 personas.

Según Tessmez, el humo en la discoteca era muy denso, lo que dificultaba la salida de los asistentes a la fiesta.

Va a ser imposible que alguien en la ciudad no tenga algún conocido entre las víctimas, declaró la estudiante de Periodismo Michelle Falcão, quien relató a la prensa que dos amigas de sus hermanos estaban desaparecidas.

Falcão explicó que hay mucha gente desesperada y llorando. Los hospitales también están llenos de personas que paran a los enfermeros con fotos de los familiares desaparecidos.