En el epílogo de un popular festival hindú, al menos 115 devotos murieron y más de un centenar resultaron heridos hoy en una estampida en el Estado central indio de Madhya Pradesh, una tragedia que se repite cada año en el gigante asiático, informó el diario The Times of India.
La avalancha sucedió por la mañana en las inmediaciones del templo de Ratangarh, situado en el distrito de Datia, donde decenas de miles de personas se habían congregado para conmemorar el último día de una serie de celebraciones con ocasión del festival Navratri, en honor a la diosa Durga.
El número de víctimas, entre las que figuran muchas mujeres y niños, fue confirmado por la policía.
APLASTADOS Y AHOGADOS La mayoría de las personas perdieron la vida en la estampida y el resto perecieron ahogadas tras saltar a un río cercano desde un puente por el que transitaban.
Las televisiones locales difundieron imágenes que mostraban decenas de cadáveres amontonados unos encima de otros a la espera de ser identificados por las autoridades o familiares.
El jefe de Gobierno de Madhya Pradesh, Shrivaj Singh Chouhan, ha ordenado la apertura de una investigación por esclarecer la tragedia, de la que algunas fuentes oficiales han responsabilizado a las fuerzas del orden por actuar aparentemente con negligencia.
Un legislador del distrito de Datia, Narottam Mishra, aseguró a la agencia local IANS que la estampida comenzó después de que la Policía cargara con bastones contra varios devotos para intentar controlar el flujo de gente que se dirigía hacia el templo.
Otra versión recogida por la prensa apunta como origen de la avalancha humana a un rumor difundido entre la multitud, según el cual el puente por el que los peregrinos caminaban estaba a punto de derrumbarse.
UNA TRAGEDIA QUE SE REPITE En un momento de pánico la Policía cargó y empeoró la situación. Muchas personas se vieron forzadas a saltar desde el puente, explicó por su parte un testigo, Manoj Sharma, citado por The Times of India.
El templo de Ratangarh se encuentra localizado en una zona boscosa junto al río Sindh y es visitado cada año por decenas de miles de fieles hindúes.
Las avalanchas son un fenómeno frecuente en las celebraciones religiosas indias y se deben en gran parte a las deficiencias en la gestión de las concentraciones multitudinarias o a la precariedad de las infraestructuras que rodean los lugares de culto. El pasado febrero, al menos 36 peregrinos murieron en una estampida en la estación de trenes de la ciudad norteña de Allahabad. La peor tragedia de los últimos años sucedió en enero de 2011 en el Estado meridional de Kerala, donde 102 fieles fallecieron en una zona boscosa y montañosa que conducía a un templo de difícil acceso.