El nuevo Gobierno de Irán inició el lunes su ofensiva diplomática en Naciones Unidas y aceptó reunirse con seis potencias entre ellas Estados Unidos respecto a su programa nuclear durante la asamblea del organismo internacional esta semana en Nueva York.
Esa reunión con el nuevo ministro de Relaciones Exteriores iraní, Mohammad Zarif, involucrará al secretario de Estado estadounidense, John Kerry, lo que es muy poco común pues Washington no mantiene relaciones diplomáticas con Teherán desde 1980.
El anuncio, tras una reunión entre la jefa de política exterior de la Unión Europea, Catherine Ashton, y Zarif, aumentó las esperanzas de que se genere un avance en las relaciones entre Irán y Estados Unidos durante la Asamblea General de Naciones Unidas, que se celebra una vez al año.
Ashton dijo a periodistas que Zarif se uniría a los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU y Alemania en una reunión que fue programada para el jueves. En ella se discutirá el programa nuclear iraní, motivo principal de las tensiones entre Teherán y Occidente.
CONTACTOS Occidente cree que Irán ha intentado desarrollar armas nucleares y está determinado a detener esas actividades mediante la imposición de fuertes sanciones económicas. Irán niega que pretende fabricar una bomba, aunque ha insistido en su derecho a enriquecer uranio para fines pacíficos, como la generación de energía.
Los contactos de alto nivel entre Estados Unidos e Irán son muy poco usuales. La última vez que un secretario de Estado estadounidense y un ministro de Relaciones Exteriores iraní hablaron cara a cara habría ocurrido hace más de seis años.
En mayo del 2007, la entonces secretaria de Estado Condoleezza Rice dejó en claro que estaba abierta a hablar con su par iraní, Manouchehr Mottaki, en una conferencia internacional en Egipto, pero el encuentro no pasó de los comentarios de cortesía.
OBAMA-ROUHANI Funcionarios estadounidenses han dicho que también podría darse una reunión en el marco de la asamblea de la ONU entre el presidente Barack Obama y el mandatario iraní, Hassan Rouhani, quien ha mostrado un aparente deseo de tomar un tono más conciliatorio con Occidente desde que asumió el cargo el mes pasado.
Si llega a suceder, sería el primer encuentro de líderes de ambos países desde antes de la revolución islámica de 1979 que derrocó al Shah respaldado por Estados Unidos, y podría ayudar a disminuir las tensiones en Oriente Medio, que han empeorado debido a la crisis en Siria.
La portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Jen Psaki, dijo que Washington está listo para trabajar con Rouhani si su Gobierno se compromete seriamente en los esfuerzos por resolver el enfrentamiento respecto al programa nuclear.