Dos suicidas con bombas atacaron el sábado a musulmanes chiíes en Iraq, causando al menos 60 muertos en la víspera del aniversario del fallecimiento de uno de sus imanes, dijeron médicos y la policía.

En otro hecho de violencia, francotiradores desconocidos mataron a dos periodistas de televisión mientras filmaban en la norteña ciudad de Mosul, dijeron fuentes de seguridad.

Ningún grupo se adjudicó la responsabilidad de los ataques, pero ese tipo de atentados son característicos de Al Qaeda, grupo suní que ve a los chiíes como no creyentes y ha recuperado fuerza este año.

ATENTADOS CON EXPLOSIONES En Bagdad, un atacante suicida detonó una bomba en un puesto de control, causando la muerte de al menos 48 peregrinos chiíes que se trasladaban al distrito de Kadhimiya para visitar un santuario, dijeron fuentes médicas y de la policía.

Horas antes, otro atacante suicida se inmoló dentro de un café en Balad, a 80 kilómetros al norte de Bagdad y de mayoría chií, y al menos 12 personas perdieron la vida. El ataque ocurrió 40 días después de un atentado casi idéntico en el mismo café.

CONTRA PERIODISTAS No estaba claro quién era el responsable del asesinato de los periodistas. Mosul, capital de la provincia de Nínive, predominantemente suní, es un bastión de los islamistas y otros insurgentes.

Los periodistas trabajaban para el canal de televisión al-Sharqiya News, que con frecuencia critica al Gobierno chií y es popular entre la minoría suní.

Iraq es considerado uno de los países más peligrosos para los periodistas. Según el Observatorio de Libertad de Prensa, con sede en Bagdad, 261 reporteros han muerto y 46 fueron secuestrados desde el 2003, el año de la invasión estadounidense a Irak.