Japón ejecutó en la horca a este asesino condenado a muerte
Japón ejecutó en la horca a este asesino condenado a muerte

Tokio ejecutó en la horca a un condenado a muerte en lo que supone la décimo segunda pena capital que se aplica desde la llegada al poder en 2012 del primer ministro conservador Shinzo Abe, anunció el Ministerio de Justicia.

El ejecutado, Tsukasa Kanda, era un vendedor de periódicos de 44 años que fue condenado a muerte por matar a una mujer en 2007 en la ciudad de Nagoya, en el centro del país. Kanda encontró a sus dos cómplices en una página de Internet para encontrar a "compañeros de crimen".

Kanda y otros dos cómplices, condenados a cadena perpetua, asaltaron el 25 de agosto de 2007 a Rie Isogai, una oficinista de 31 años. Tras esposarla y meterla en un carro, le sustrajeron el dinero que llevaba y cuando la mujer trató de huir, Kanda acabó con su vida golpeándole la cabeza repetidas veces con un martillo.


Rie Isogai y Tsukasa Kanda. (Twitter)

La ministra de Justicia, Yoko Kamikawa, calificó el crimen de "brutal". "Ordené la ejecución después de considerarlo muy cuidadosamente", explicó en rueda de prensa. Se trata de la primera ejecución desde que Kamikawa asumió el cargo en octubre.

Amnistía Internacional expresó su "fuerte protesta" ante la ejecución y criticó al gobierno por evitar una discusión sobre la pena capital. Según Amnistía Internacional, 22 personas fueron ejecutadas bajo el mandato de Abe, ya que se aplicó la pena de muerte a otras 10 durante su primer gobierno.

En Japón, hay 129 personas condenadas a penas de muerte. El país es una de las pocas grandes naciones industrializadas que todavía tiene vigente la pena de muerte, además de Estados Unidos.

Las organizaciones humanitarias y varios gobiernos extranjeros denuncian que a los condenados no se les informa de cuándo van a ser ejecutados. A menudo los condenados viven durante años en aislamientos y no se les informa de la ejecución hasta pocos minutos antes de que esta se produzca.

Tampoco se les permite despedirse de sus familiares, a los que sólo se les informa de la ejecución una vez que esta ha tenido lugar.

Fuente: DPA / EFE