En las semanas previas al ataque contra el centro comercial Westgate en Kenia, los extremistas rentaron uno de los negocios en el edificio, según supo la BBC a través de fuentes de inteligencia.

Esto les permitió a los miembros del grupo islámico Al Shabab tener acceso a los ascensores de servicio, utilizados por ellos para transportar y almacenar armas y municiones.

Las fuentes consultadas por la BBC señalaron que los agresores tuvieron la capacidad de recurrir a armas de grueso calibre cuando los militares kenianos reemplazaron a la policía en el operativo de rescate de los rehenes.

El próximo lunes, altos funcionarios del gobierno de Kenia deberán comparecer ante el comité de Defensa del Parlamento de esa nación africana para responder a las acusaciones por las fallas de inteligencia que permitieron el ataque en Nairobi, que dejó al menos 67 muertos.