El nuevo canciller de Brasil, Luiz Alberto Figueiredo, ex embajador ante la ONU, es conocido principalmente por haber sido el ex negociador jefe de la conferencia de la ONU para el desarrollo sustentable Rio+20, celebrada en Rio de Janeiro el año pasado.

Reemplazante de Antonio Patriota (59) un hombre menudo, discreto, disciplinado y poco proclive a dar declaraciones explosivas a la prensa Figueiredo (58) es conocido como un hábil negociador internacional, es un experto en temas de desarrollo y medio ambiente y tiene una amplia carrera diplomática.

Su participación clave en la cumbre Rio+20 le valió para obtener la confianza de la presidenta Dilma Rousseff, afirman medios brasileños.

Nacido en Rio de Janeiro el 17 de julio de 1955, abogado y diplomático de carrera, ha trabajado en Chile, Canadá, Estados Unidos, Francia, entre otros países.

El nuevo canciller, con un perfil marcadamente ecológico, inició su carrera en Itamaraty en 1980 y, en el mismo año, inició su labor como secretario, actuando en las Naciones Unidas como diplomático. Es muy apreciado por su discreción. Aparte de haber trabajado en distintos cargos en las embajadas de Estados Unidos, Canadá, Francia o Chile, ha pasado las dos últimas décadas representando al Brasil en varias reuniones internacionales vinculadas al cambio climático.

Figueiredo, que debe llegar a Brasil este martes, se estrenará en su nuevo cargo el próximo viernes, durante la cumbre de la Unión de Naciones Sudamericanas (UNASUR) en Paramaribo, Surinam. La semana próxima, viajará al G20 en Rusia.

CRISIS CON BOLIVIA Rousseff anunció el lunes que aceptó la renuncia de Patriota tras la fuga este fin de semana de un senador opositor boliviano que estuvo 15 meses refugiado en la embajada brasileña en La Paz, en un coche diplomático brasileño, escoltado por militares brasileños, y sin autorización de Bolivia.

Según el diario O Globo, Rousseff recién se enteró de la fuga del senador, que tiene asilo político en Brasil, cuando éste llegó al país.

La presidencia indicó que Patriota ocupará a su vez el puesto de Figueiredo, como nuevo embajador ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Nueva York. El diplomático es un férreo defensor de la reforma del Consejo de Seguridad de ese organismo, y busca que Brasil consiga un escaño permanente en él.

PATRIOTA Y AMORIM Patriota había asumido su cargo de canciller hace poco más de dos años, al inicio del gobierno de Rousseff, en reemplazo del carismático canciller Celso Amorim, que fue la cara de la diplomacia brasileña durante el gobierno de Luiz Inacio Lula da Silva (2003-2010) y formuló las grandes estrategias para dar al país más peso en el escenario internacional.

Como canciller, Patriota pareció encargarse más de seguir los grandes lineamientos diplomáticos del gobierno que de formular nuevas estrategias audaces, como hizo su predecesor, actual ministro de Defensa.