La niña paquistaní a la que los talibanes le dispararon en la cabeza por defender la educación de las jóvenes ha recibido el alta del hospital británico en que se encontraba, después de que los médicos dijeran que estaba lo suficientemente bien como para recuperarse junto a su familia.

Malala Yousufzai, de 15 años, fue atacada por los talibanes en octubre y trasladada al Reino Unido para recibir tratamiento. Aunque recibió el alta el jueves, deberá regresar al hospital a finales de enero o principios de febrero para una operación de reconstrucción craneal, según los médicos.

El disparo de Yousufzai en la cabeza cuando salía del colegio en el valle del Swat provocó la condena internacional.

La joven se ha convertido en un símbolo reconocido internacionalmente de la resistencia a los esfuerzos de los talibanes por negar la educación y otros derechos a las mujeres, y más de 250.000 personas han firmado en Internet peticiones para que sea candidata al premio Nobel de la Paz.

Los médicos del hospital Queen Elizabeth de Birmingham donde se trató a Yousufzai dijeron que aunque la bala la alcanzó en la ceja izquierda, no penetró en el cráneo sino que se desplazó bajo la piel por un lado de la cabeza y hasta el cuello.

UNA JOVEN FUERTE Fue atendida por médicos especialistas en neurocirugía, traumatología y otras especialidades en un departamento del hospital donde se ha tratado a cientos de soldados heridos en conflictos en Afganistán e Iraq.

Malala es una mujer joven y fuerte y ha trabajado duro con la gente que la cuida para hacer progresos excelentes en su recuperación, dijo Dave Rosser, director médico del hospital.

Tras hablar con Malala y su equipo médico, decidimos que sería beneficioso para ella estar en casa, agregó.

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